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jueves, 25 de diciembre de 2025 | Última actualización: 20:05

Suicidio Colectivo

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Luis Aleixandre Giménez. Ingeniero Técnico Industrial. Técnico de Energía.

Un suicidio colectivo ocurre cuando un grupo de individuos (que pueden o no conocerse entre sí) se quitan la vida simultáneamente en un mismo lugar por motivos comunes o no.

Uno de los suicidios colectivos más conocidos fue el denominado “Tragedia de Jonestown”. Jonestown fue el nombre informal del Templo del Pueblo, una comunidad intencional que se asentó en la Guyana sudamericana, junto a la frontera de Venezuela tras haber sido creada en Indianápolis en los años cincuenta. 912 de sus miembros se suicidaron en 1978 inyectándose cianuro por orden del líder de la secta Jim Jones. Los especialistas en la materia lo documentan como un suicidio colectivo sectario.

Otro tipo de suicidios no sectarios se dan últimamente por el mero hecho de morir en grupo. Ésta es una tendencia creciente en el Japón del siglo XXI, en el que decenas de individuos se dan cita para suicidarse, comúnmente con monóxido de carbono, sin concretar motivos, sino como una actividad más.

Por último, mas cercano a nuestra sociedad actual y menos mortal, encontramos el suicidio político. Permítanme explicarles que no es mi intención frivolizar con estos hechos desagradables e indeseables, pero quiero trasladarles la imagen de lo que algunos de los afiliados al partido popular ya han comenzado a descubrir: “cada vez que sale en televisión Albert Rivera, un chorro de votantes del PP se pasa a Ciudadanos”. Es una imagen muy clara y viene refrendada por el incesante goteo de escándalos que se producen en el seno del Partido Popular a nivel nacional y mas acusado, si cabe, en la Comunidad Valenciana.

El Partido Popular se desangra y los que pueden auxiliar al enfermo no saben ni aplicar un torniquete. Los votantes se escapan a chorro de sus venas y el paciente comienza a palidecer y debilitarse. La falta de decisiones enérgicas y modélicas en el seno del partido contra dirigentes inmersos en juicios por casos de corrupción da lugar a pensar que en el Partido Popular se han dictado órdenes encaminadas al suicidio político y exterminio de la formación.

El herido, aún no lo está de muerte, pero con las últimas heridas infligidas en forma de actuaciones legales e inmorales (Rita Barberá, Pujalte y Federico Trillo),  estas semanas próximas no dejaremos de escuchar las supuestas tropelías de Alfonso Rus en la Diputación de Valencia, con grabaciones de audio incluidas de su ex compañero y mano derecha en la Diputación de Valencia Marcos Benavent, relativas a supuestos amaños de contratos, cobro de comisiones e incluso una posible trama con la mafia rusa.

El paciente sigue perdiendo fluidos vitales. Ya hay quien se frota las manos.