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miércoles, 17 de diciembre de 2025 | Última actualización: 19:07

Partidos Políticos: del dicho al hecho…

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Luis Aleixandre Giménez. Ingeniero Técnico Industrial. Técnico de Energía.

Cuando salimos a cenar con los amigos, cuando vamos al cine con la familia, cuando vamos a ver a nuestro equipo de fútbol, cuando visitamos a un familiar al hospital, cuando vamos a hacer una gestión a nuestro ayuntamiento, en todos estos casos estamos accediendo a un local de pública concurrencia. Estaciones de tren, teatros, aeropuertos, universidades, museos, cafeterías, bares, restaurantes, polideportivos, iglesias, estacionamientos públicos, colegios, centros comerciales, institutos de secundaria, todos ellos están considerados locales de pública concurrencia por el simple hecho de ser susceptibles de ser ocupados por público.

Para la protección del público que acude a estos lugares, la legislación nacional y europea ha dictado reglamentos y normas estrictas de obligado cumplimiento, tanto en el diseño como en el mantenimiento de sus instalaciones. De especial relevancia son el vigente Reglamento Electrotécnico de instalaciones de Baja Tensión para las instalaciones eléctricas y el Código Técnico de la Edificación en cuanto a evacuación y protección contra incendios de este tipo de locales. Pero permítanme explicarles que es lo que ocurre en las instalaciones eléctricas de los locales donde acude público: están controladas para proteger a sus ocupantes.

Tal y como marca la legislación vigente, la instalación eléctrica de los locales de pública concurrencia deben pasar cada año una revisión efectuada por una empresa instaladora autorizada y cada 4 años una inspección periódica realizada por un Organismo de Control Habilitado. Si se detectan defectos en la instalación se deben comunicar al titular de la instalación y proceder a su subsanación. Si el titular no subsana los defectos encontrados en el tiempo reglamentado, tanto la empresa instaladora como el Organismo de Control Habilitado tienen la obligación de ponerlo en conocimiento de la administración responsable, para que tome medidas en el asunto. Repito que se trata de proporcionar la seguridad adecuada al público que hace uso de dichas instalaciones.

Interpolemos e intentemos hacer un ejercicio de imaginación. ¿Los partidos políticos no deberían pasar unas inspecciones periódicas?, ¿no deberían ser inspeccionados por un organismo de control independiente para detectar anomalías, deficiencias y malos hábitos? Pues yo pienso que sí, pero no de sus instalaciones eléctricas sino de sus pertenencias ó posesiones, de sus gestores y gestiones, y sobre todo de sus ingresos y sus gastos.  Y ¿para qué? Pues para proporcionar a la ciudadanía la misma tranquilidad que proporciona el hecho de revisar las instalaciones eléctricas de los locales de pública concurrencia, para tener la certeza de que los partidos políticos funcionan bien, sin defectos y con garantías. I todo este proceso debería publicitarse, debería estar accesible a todo aquel que esté interesado. Con ello, los ciudadanos tendrían indicios informativos sólidos de que su partido político favorito sigue siendo merecedor de su confianza y, por lo tanto, del voto en los siguientes comicios.

Cuando el titular de un local de pública concurrencia incumple la reglamentación de seguridad, la administración competente puede llegar hasta ordenar el corte de suministro eléctrico al local y el cese de la actividad. Así pues, en aquel partido político que se demuestre que incumple reiteradamente los criterios económicos, sociales y éticos de legalidad establecidos, se debería proceder igualmente al cese de su actividad.

¿Se imaginan ustedes qué diferente podría ser el mapa actual de partidos políticos en España?

Pues este es otro motivo para reclamar más transparencia en los partidos políticos. No me voy a cansar de pedirlo una y otra vez, y los ciudadanos cada vez más reclaman dichas demostraciones de credibilidad. En mi artículo de opinión de fecha 09 de enero de 2015 ya lancé el reto a los partidos políticos de Castellón ciudad y Vila-real, que publicaran en este medio los presupuestos de campaña para las elecciones locales. Han pasado varias semanas y las distintas formaciones políticas, que van a concurrir a las elecciones municipales, van redondeando sus listas de candidatos y nombrando a los coordinadores de campaña y, por lo tanto, los presupuestos disponibles. Va siendo hora de realizar el ejercicio de transparencia y darlos a conocer a los votantes de estas localidades. En unas semanas veremos el nivel de transparencia de cada uno, aunque estoy seguro de que, al final, todos presumirán de ello en sus mítines y propuestas electorales. Del dicho al hecho hay un buen trecho; veremos…