José Antonio Rodríguez. Asesor Fiscal.
El sábado por la mañana tengo por costumbre desde hace muchos años escuchar el programa de radio nacional que dirige y presenta Pepa Fernández, ‘Hoy no es un día cualquiera’, participa el incombustible José María Íñigo que en una de sus más recientes secciones defiende el idioma patrio, su título es tan rotundo como ‘Hablemos español, ¡coño!’, en él se denuncia el uso indiscriminado de anglicismos en nuestro día a día de un modo escandaloso. Hace muchos programas ya denunció el uso generalizado e indiscriminado de la palabra coach, o entrenador, acompañante para conseguir unos objetivos..., lo cierto es que es divertido e instructivo.
Estas semanas estamos viendo de un modo repetitivo en alguna que otra cadena de televisión la labor que desde los programas informativos se está llevando a cabo para todo el que quiera escucharles e instruirse, y la labor ya no es la de denuncia continúa, reiterada y demonizada de cualquier actuación de quienes gobiernan o han gobernado, sino una mucho más sutil y con objetivo a medio plazo, la de tranquilizar e instruir a la ciudadanía como solapados entrenadores, diciendo que aquí no va a pasar nada, que los otros son malos malísimos, que todo lo han hecho mal, que la corrupción , incuestionable e inasumible por todos vaya por delante, es argumento suficiente para aceptar y asentar el principio que todos pueden pactar con todos, da igual lo que se haya votado, porque el único objetivo es tirar al PP de todas las instituciones sea como sea, con independencia de que lo hayan hecho bien o mal, haya habido corrupción o no, el caso es echarlos y lo mismo habrá que hacer en unos meses en las elecciones generales.
Resulta fuera de todo lugar el grado de aleccionamiento metódico y mediático de Cuatro o la Sexta, sin cejar en el empeño, y con la argumentación de ser cadenas privadas todo vale; ahora bien cuando Buruaga hace lo mismo en la Primera, arde Troya, y no me vengan con historias bizantinas de cadena pública, dinero de todos, si de todos, pero los ingresos por publicidad se lo llevan las demás crudito y en Euritos.
Este ansia de ir en contra de, está haciendo que esta sea la semana de los dientes, si la de las sonrisas con dientes, esas que nos parecen más falsas que un duro sevillano, en las que pretenden quedar muy bien, parecer contentos, fraternales y más aún vencedores, si no que se lo digan a Susana en Andalucía, Manuela en Madrid o sin ir más lejos a Ximo y Mónica en Valencia.
Esta demostración de dientes blancos y en perfecto estado de revista ojalá les dure al menos cuatro años, bien para repetirla o para usarla, metafóricamente hablando, con los compañeros de viaje o del que les dé la gana.
A unos y otros les pedimos por favor, hagan su trabajo, informen unos y gobiernen otros, sin olvidar que los votos son todos igual de válidos y dejen de pensar que somos tontos, ¡coño!

































