Jorge Fuentes. Embajador de España.
Lo que todos buscamos en nuestra vida es vivir en paz y tranquilidad, algo que en estos días empieza a resultar difícil de conseguir en nuestra querida España.
Abrimos el periódico, conectamos la radio o la televisión y casi todo lo que aparece en ellos dispara nuestras alarmas.
En Cataluña hace pocos días asistimos a una especie de grotesco desfile de pomposos individuos avanzando de modo grandilocuente camino del Tribunal de Justicia de Barcelona donde Mas y dos de sus consejeras en el antiguo gobierno de la Generalitat (Irene Rigau y Juana Ortega) iban a ser juzgados por violar la Constitución por convocar la consulta ilegal del 9N del pasado año.
Mucho cuento, mucho sacar pecho para, a renglón seguido, arrugarse ante los jueces, cantar la gallina y lloriquear el "yo no he sido" y "yo no sabía lo que hacía" y acabar acusando a otros (los voluntarios) como responsables de la colocación de urnas en forma de cajas de cartón ¡que oprobio, señores!
En estos días, Pedro Sánchez, el político más amortizado de la España contemporánea, el que más derrotas ha acumulado, el que ostenta el dudoso palmarés de haber debilitado más que nadie su partido, continúa su gira por España y esta vez en Madrid presenta su programa político que intenta emular las hazañas podemitas de sus etapas más radicales: reformar la Constitución, suprimir el artículo 2, admitir la plurinacionalidad de España, combatir el neoliberalismo capitalista, seguir con el "no es no" como esencia de su doctrina y pactar con lo más radical y separatista del país si con ello consigue desplazar del gobierno al PP, cueste lo que cueste.
Es evidente que el triunfo de Sánchez en su lucha por la secretaría general del PSOE conllevaría la ruptura de este partido y podría conducir a nuevas elecciones con un desenlace dudoso en que no sería fácil alcanzar alianzas que condujeran a una gobernabilidad estable ¡qué vergüenza, señoras!
Entre tanto, Podemos dirime sus diferencias internas de modo tan amoroso como falso, que ha desembocado tras los rifirrafes indecentes escenificados en el Parlamento, con un 'remue-menage' de asientos que denunciará ante los televidentes, día a día, las profundas diferencias del partido.
Errejon ríe por no llorar, Iglesias se desmelena en público y promociona a su actual pareja alejando a su ex (Tania Sánchez, "la mujer más valiente y a la que más admiro", Iglesias dixit), a la vez que forma un gobierno en la sombra de 22 miembros entre los que resurgen, Monedero y Bescansa ¡qué pitorreo, señoras y señores!
En fin, mientras todo ello sirva para reforzar al gobierno del PP, lo único respetable que en este momento hay en la política española... ¡tutto per bene!
