Noticias Castellón
viernes, 5 de diciembre de 2025 | Última actualización: 17:14

Captcha

Tiempo de Lectura: 2 minutos, 45 segundos

Noticias Relacionadas

Guillermo Miró. Ingeniero Industrial.

Después de un verano corto, pero intenso en el norte de España, y esperando que hayáis disfrutado de las múltiples opciones que ofrece nuestra provincia para desconectar y coger fuerzas para una nueva temporada, volvemos a la carga en esta sección; desde donde seguiremos intentando contar historias de ciencia y tecnología, para que todo el mundo siga aprendiendo, y yo en primer lugar. Como decía Séneca, “Mientras vivas, sigue aprendiendo a vivir”.

Después de un tiempo desconectado de Internet, al volver a acceder a algunas webs me apareció un recuadro con palabras escritas como lo haría un niño de 2 años (si supiera), y que requerían que yo las reprodujera con mi teclado, en ocasiones forzando al máximo mi capacidad de lectura. Son los conocidos como CAPTCHA, que se corresponden con las siglas inglesas de “Completely Automated Public Turing Test to Tell Computer and Human Apart” (Test Público Completamente Automatizado para Diferenciar a los Seres Humanos de las Computadoras). En mi caso, muchas veces me equivoco, lo cual parece que me acerca más a una computadora que a un humano.

Los Captcha llegaron para controlar el caos de spam (correos y usuarios no deseados creados automáticamente por ordenador) generado en la década de 1990 en el ámbito de Internet. Luis von Ahn, recién licenciado en la universidad con 22 años, tuvo una idea para acabar con el spam: obligar a los que se inscribieran a probar que eran seres humanos y no un programa de ordenador. Así que buscó algo que resulta fácil para los seres humanos, pero no tanto a las máquinas: reconocer letras. La idea era presentar letras garabateadas y difíciles de leer durante el proceso de registro, y dejar solo unos segundos para descifrarlas y reproducirlas. Al aplicar esta idea, se redujo el spam de forma considerable en solo 24 horas en Yahoo!.

Sin embargo, algo fallaba aún. El trabajo que se realizaba por los usuarios solo tenía la utilidad de distinguirlos, así que Von Ahn mejoró el concepto sustancialmente (llamándolo ReCaptcha), en colaboración con Google: utilizaría palabras que no pudiera reconocer un programa de reconocimiento de texto escaneado (para Google Libros), y mataría dos pájaros de un tiro: la gente tendría que reconocerse “trabajando para él”. Actualmente, el sistema funciona así: el sistema presenta dos palabras: una de control y una palabra borrosa. Estas mismas palabras deben insertarse correctamente por una media de 5 personas diferentes antes de aceptarse como válida. Ahora mismo han mejorado de nuevo este concepto, ya que están mostrando números de viviendas a descifrar para utilizar en Google Maps.

Esta idea, aunque extremadamente simple, es una de las más fructíferas que he escuchado últimamente. Se utilizan medio millón de horas diarias en el mundo para resolver Captchas, lo que equivale a un ahorro para Google de alrededor de cuatro millones de dólares diarios, o más de mil millones de dólares al año. Este es un ejemplo de cómo Internet ha cambiado completamente la manera de trabajar y de entender las cosas. Como siempre, comentarios abiertos para dudas, opiniones… Hasta la semana que viene.