Federico Arnau. Comerciante jubilado.
Hasta la fecha, anterior al 15 de febrero, siempre teníamos que aguantar a un grupo de 15 o 20 personas cuando accedíamos al coso de la plaza de toros para asistir a una corrida, protestando con todo su derecho contra las corridas y la anticultura. Ningún aficionado taurino, en su acceso a la plaza, les ha insultado o agredido.
Se han producido durante varios años, en diferentes ciudades y no solo de España, sino en todos los países en donde se celebran espectáculos taurinos, manifestaciones en contra del maltrato del toro y la abolición de las corridas. Si, ha habido manifestaciones en las que ha participado mucha gente, se pueden ver en ‘youtube’, pero todas anti taurinas. A favor ha habido algún comentario en algún programa de televisión, radio o información escrita, pero nunca una manifestación tan multitudinaria en defensa del toro no solo de plaza, sino también de calle. Se había convocado con el fin de que se declare, como en otras comunidades, Bien de Interés Cultural (BIC), y se haga una ley, como en Francia, para que los manifestantes contra las corridas hagan sus protestas lejos del entorno de las plazas.
Esta manifestación tuvo su origen, según comentó Ramón Quesada en una información de este periódico, el 27 de Diciembre del 2014, cuando se convocó un concurso de dibujo infantil dentro de las actividades de las vacaciones de Navidad, en la plaza de toros.
En las puertas de la plaza se concentraron unos energúmenos, dictadores absolutistas, que insultaron a los organizadores del concurso de dibujo, junto a los familiares y los niños participantes. Lamentable. En ese momento estaban llamando no solo asesinos a los familiares sino que a los niños también. Esto provocó la reacción que se plasmo el pasado domingo día 15 en Castellón.
Ramón Quesada, presidente de la Federación Taurina de Castellón, afirma que los antitaurinos al saber de la convocatoria, realizaron amenazas, además de lincharlos con comentarios de que la convocatoria sería un fracaso.
Y lo que yo vi el domingo, es que 15 personas anti festejos taurinos se acercaron a un terreno que no era el suyo a provocar. Lógicamente, la gente que estaba en su fiesta se lanzó como flechas hacia ellos y gracias a la policía no salieron mal parados, porque aquí si que la gente fue a por ellos, no como cuando protestan delante de la plaza en una tarde de toros. Pero para los animalistas no fue suficiente, que encima tenían que seguir provocando y alterar el orden público, metiéndose en la plaza. ¿Qué cojones estaban haciendo dentro si no les gusta el toro? Pero eso si, provocar y provocar hasta que la policía los desalojó de la grada y los trasladó al furgón como vulgares delincuentes, que al final es lo que son, por no respetar a los demás y querer imponer su ley como cualquier banda mafiosa.
Esta convocatoria estaba organizada por la gente del toro, empresarios, toreros ganaderos, aficionados, peñas de bous al carrer que apoyaron la iniciativa del presidente de la Federación Taurina de Castellón contra los insultos que recibieron por los que no respetan las aficiones de los demás. No por ningún partido político, como en su artículo de opinión refleja Carles Mulet, portavoz de las comarcas de Castellón de la coalición Compromís, que culpa al PP de “instrumentalizar para crispar la sociedad y desviar la atención de los problemas que no ha solucionado su política”, y además, de utilizar dinero público.
Esta convocatoria no era política, y de hecho, en la cabecera no estaba ni el presidente de la Diputación, ni los concejales del PP que si que apoyan el BIC; además de la candidata del PSOE en Castellón, el alcalde de Vila-real, también del PSOE. Su partido no aprueba el BIC pero individualmente pueden estar de acuerdo con la Fiesta. Por lo tanto, ¿que necesidad tiene Compromís de utilizar esta manifestación para criticar a un partido que no tiene que ver con el tema?. Y si tiene pruebas de que el PP es el organizador y ha pagado el gasto con dinero publico, que lo denuncie al juzgado. Pero si no, lo único que hace es crear mierda donde no la hay.
El mundo del toro mueve mucho dinero. Los empresarios necesitan que el público asista, pero como bien sabe Ramírez, el empresario de Castellón, la gente quiere ganaderías de buen toro, aunque hay figuras que no quieran torear esas ganaderías, porque los quieren más nobles. Pero siendo así, no somos menos que Madrid o Bilbao y queremos toros como en esas plazas de primera, porque el aficionado paga lo mismo en taquilla. Ya se sabe lo que cuesta un toro y lo que cobran ciertos toreros, pero alguna reforma deberán de hacer si quieren que esto continué. Ahora, por la crisis, muchas ferias han sufrido recortes de festejos, pero una feria como la de Castellón tendrá que volver a su esplendor de la semana completa, abaratando precios y llenando y ajustándose las figuras su caché.
El gran negocio, para los ganaderos, lo tienen en los festejos de calle, que en la provincia de Castellón es donde más toros se exhiben de España. Toros que las peñas adquieren en las diferente ganaderías y que los ganaderos aprovechan para sacarse esos toros que no se pueden presentar nada más que en plazas de tercera, pero que sirven perfectamente para los pueblos con sus ‘bous embolats’. Eso cuesta mucho dinero, y luego veterinarios, ambulancias, médicos, mataderos y carnicerías, todo esto gracias al toro.
A todos aquellos que están en contra de las corridas, deben de saber que el toro de lidia es el ejemplar mas mimado, cuidado, con una clase de vida en el campo excepcional, porque nace y se cría para su cometido, que es el de morir en una lucha contra el torero durante 15 minutos en el alvero de la plaza.
El toro, si es valiente y noble, tiene casta y el torero se lanza incrustándole el estoque. Cuando el toro, por su valentía se resiste a doblar, es cierto que hay 2 o 3 minutos en los que el toro sufre la agonía de la muerte; pero ese toro ha nacido para eso y el aficionado se levanta de su asiento aplaudiendo esa muerte hasta que el toro se desploma en la arena. Para alguno de ellos, el gran honor salvo el indulto, es la vuelta al ruedo. Y todo esto con un respeto sepulcral hacia el toro, roto solo por el sonido de los aplausos.
El toro de calle es diferente. Ya hace tiempo que está prohibido hacerles daño con cualquier palo, hierro o instrumento que pueda herirlos. Ahora, en estos festejos, la gente sabe que el que se mete dentro del recinto es bajo su responsabilidad. Si no sabes recortar al toro, no te metas. Es lo mismo que los encierros, si no sabes correr no te metas.
Pero yo les diría a esos provocadores anti taurinos, que ¿Por qué no protestan delante de los mataderos? ¿No es maltrato animal engordar en las granjas artificialmente a los pollos? Están todo el día apiñados bajo la luz de las lámparas para que estén comiendo continuamente. Digo el pollo como podría hablar de cualquier animal que sufra estas prácticas. Eso para mi es un maltrato, porque no viven en libertad como antaño, pero eso era el siglo pasado.
¿Y por qué no se manifiestan ante los cotos de caza? ¿Por qué no es maltrato que le disparen a un ave, conejo, jabalí? Lo hieran y se desangre hasta que muera… porque algunos de ellos suelen escaparse heridos del alcance de los cazadores y sus perros.
Y vosotros, que os manifestáis contra el maltrato pero que coméis la carne; o el que es vegetariano, no piensa que cuando coge el cuchillo y corta el tallo de una lechuga, una fruta, le está haciendo lo mismo que Luis XVI cuando sacó la guillotina a cortar los cuellos a los franceses, porque también son seres vivos.
¿Y qué me contáis de Inglaterra con la caza del zorro? que cuando lo cogen los perros y se lo disputan, lo estiran tanto hasta que lo parten por la mitad, como en la ‘santa inquisición’
Solo os apoyaría en una cosa, y que estoy de acuerdo porque es una salvajada. Es contra el ‘toro de la Vega’. La tradición se puede hacer igual, soltar el toro por el pueblo y el campo, perseguirlo, pero en vez de lanzarle lanzas, marcar un círculo en el toro y disparar, los que intervengan en esa caza, con una pistola de colores; y quien acierte dentro del círculo, que sea el vencedor. Y luego se retira al toro y ya está. Pero cazarlo a lanzadas es tan repugnante como la caza del zorro. Es lo único que no apruebo, igual que ahora ya esta prohibido lanzar una cabra desde el campanario.
Pero los toros de lidia, la fiesta de los toros no es ninguna salvajada. Más salvajada es el Boxeo, porque el Boxeo no es una gimnasia como la lucha libre, esto es la riña de dos animales racionales, como las riñas de gallos.
Señores, respeten a los demás. Si no les gustan los toros no vayan a verlos. A mí no me gusta el Boxeo y no voy. Y dejen de insultar y piensen, cuando se coman un trozo de carne o una ensalada, cómo habrá sufrido y qué vida ha tenido ese animal o vegetal hasta parar a su estomago.
El toro de lidia es un privilegiado con respecto a los demás animales, excepto el caballo que se dedica a la equitación; y además, suele ser muy noble, e incluso cuando un toro tiene mala baba y le gana al torero la partida, dándole una voltereta o clavándole el pitón, no es culpa del toro, es fallo del torero. Por lo tanto respeto y reflexionen antes de colocarse delante de las plazas a increpar al aficionado.
































