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sábado, 27 de diciembre de 2025 | Última actualización: 21:34

Poner puertas al campo

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Enrique Domínguez. Economista.

Los principales países consumidores de productos cerámicos en 2014 se localizan en el continente asiático mientras que los mayores fabricantes son también los asiáticos (China, India e Irán) junto a los europeos (España, Italia y Turquía) y sudamericanos (Brasil).

Este ha sido un proceso paulatino que cada vez es más evidente y ante el que nuestros sectores están reaccionando de manera diferente y, yo diría, contrapuesta.

Mientras nuestro sector industrial más internacionalizado, el de fritas, esmaltes y colores cerámicos,  se plantea acentuar esa multilocalización ubicando una planta propia en India, nuestro principal sector exportador, el de azulejos y pavimentos cerámicos, está pensando en la renovación el próximo año de las medidas antidumping a las importaciones de esos productos desde China.

Si se demuestra, y  en ello me imagino que estará ya trabajando el sector a nivel europeo para convencer a Bruselas, que China sigue vendiendo por debajo de sus costes de producción, la medidas antidumping estarán bien, aunque es como querer poner puertas al campo. Más pronto o más tarde ajustarán sus precios de venta a sus costes y, con la capacidad y la tecnología que adquieren y tienen, podrán invadir los mercados; de momento la mayor parte de su producción es de consumo interno.

Por tanto, poner barreras para que les sea más difícil vender en la UE resuelve pocas cosas. El problema del sector de productos cerámicos, bastante más del español que del italiano, es que cada vez es más apremiante actuar como hace desde bastantes años su proveedor de fritas, esmaltes y colores. Pero ese proceso de multilocalización solamente lo pueden hacer pocas firmas, que precisan, además, tener un tamaño determinado. Italia produce fuera de su país en torno a una quinta parte de la producción total, mientras España no creo que alcance el cinco por ciento.

Pero, ¿tan grave y peligrosa es China y su producción cerámica para la UE en general y para España en particular? Aquí creo que juega en contra de nuestro país el que se esté facturando por precio en gran medida y a segmentos medio y bajo en los que la competencia del producto chino barato es mucho más fuerte.

¿Qué nos dicen las estadísticas de la Unión Europea? Si nos fijamos en el intervalo entre los años 2000 y 2014, ambos inclusive, y en la Unión Europea a 28 miembros, se constata que desde 2004 se inicia el avance de la importación de productos cerámicos chinos (partidas arancelarias 69.07 y 69.08) y alcanza su máximo en 2010. Hay que recordar que las medidas antidumping comienzan en 2011. Pues bien, en 2010 esas importaciones representan el 10,1% del total importado por la UE-28.

Tanto en España como en Italia las importaciones de productos cerámicos son mínimas; sin embargo, las de procedencia china crecen progresivamente en España alcanzando el 43,6% del total en 2010 y en Italia el 38,7%.

¿Y qué ocurre con nuestros principales clientes de la UE, Francia, Reino Unido y Alemania? Pues que en Francia la importación de productos cerámicos chinos en 2010 fue el 1,7% del total, en Reino Unido el 11,2% y en Alemania el 11,5%.

También es importante señalar que para España el mercado de la UE está perdiendo peso en los últimos años; así, si el 2010 suponía el 42% del total mundial, en 2014 baja al 33%.

Y ello acentúa el interés del mercado no comunitario para España y el papel de la multilocalización al que hemos aludido. ¿Actuarán más empresas españolas en ese sentido? Ese es el reto de futuro.