Enrique Domínguez. Economista.
Las inversiones, mejor dicho, los anuncios de inversiones en la provincia de Castellón por parte del gobierno central son escasos y espaciados en el tiempo. Por eso, el anuncio por el ministerio de Fomento en el BOE de la aprobación del estudio informativo del nuevo acceso ferroviario sur al puerto de Castellón se ha acogido de forma positiva por parte de la clase política y empresarial.
Frases como “el gobierno central ha cumplido con Castellón” o “tras muchos años reivindicando esta infraestructura, se ha puesto en marcha lo que es un avance muy positivo” han sido dichas por algunos políticos. Lo curioso es que esos políticos ya lo dan por hecho y en marcha y dicen que incrementará la competitividad del puerto, que beneficiará al tejido económico e industrial de la provincia y que supondrá un gran salto cualitativo en las exportaciones castellonenses. La propia Confederación de Empresarios de Castellón y la Cámara consideran vital la conexión entre el Corredor y la zona portuaria.
Ya se han iniciado los trámites, pero no adelantemos las maravillas de la infraestructura ya realizada porque podemos pillarnos los dedos. Se habla de la necesidad de agilizar todos los trámites para que la obra pueda estar realizada en 2019, siempre como tope 2020 para poder cobrar la financiación de la UE. Pero, estamos a pocas fechas del inicio de la campaña electoral para las generales y habrá que ver cuál será la opinión del nuevo gobierno sobre el particular, porque si es el mismo...
Lo cierto es que el actual gobierno central se ha preocupado bien poco por el eje prioritario para la UE que es el corredor del Mediterráneo. De hecho, y esto es lo realmente preocupante, incluso con los accesos al puerto terminados a tiempo, ocurrirá que su utilización dejará mucho que desear porque el corredor del Mediterráneo no existirá.
¿Cómo es esto? Pues muy sencillo. Aunque las mercancías que lleguen al puerto de Castellón puedan salir por ferrocarril hacia Europa, se van a encontrar con el tramo ferroviario desde Castellón a Vandellós en el que ya no sólo no existirá el auténtico corredor con vía propia y en ancho internacional, sino que aún no hay fecha para la instalación de su sucedáneo, el tercer carril, y sólo en una de las dos vías (¡cómo se nos ningunea!); y ya no debería existir la vía única entre Tarragona y Vandellós.
Bueno es que la maquinaria del gobierno central se mueva y nos lleguen, tras mucho insistir (seguramente por el poco peso de la provincia y de la comunidad en Madrid) una inversión consensuada pero ya relativamente útil porque nace recortada: en lugar de dos vías se ha optado por una sola por la que entrarán y saldrán los trenes. Se decía que era mejor eso que nada dada la situación de crisis por la que se atravesaba.
Tendremos, pues, una obra terminada que conectará con la red ferroviaria que tenemos hoy en día porque de la adecuación de la Castellón-Vandellós no hay fecha. Y, claro, por las mismas vías deberán circular los trenes de cercanías, regionales, de largo recorrido y el tráfico de mercancías. El colapso estará servido.
Por eso, todos los comentarios de agradecimiento hacia el que tiene la potestad de aprobar una inversión en infraestructuras deberían realizarse cuando realmente estén en tiempo y forma, en marcha. Y pedirles que, por favor, reflexionen un poco y analicen las obras como un todo y no hagan obras que queden obsoletas antes de terminarse.
Muchas gracias por haber iniciado el proceso para llevar a cabo el acceso al puerto de Castellón pero, ¿será realmente útil a las empresas cuando esté terminado? Y otra cosa, hablemos con propiedad, ¿dónde está el Corredor?
