José Vicente Ramón Moreno.
Desde hace mes y medio estamos escuchando mensajes, unas veces subliminales y otras muy directos, que hacen referencia a la Navidad pero no desde el aspecto religioso o de convivencia entre familiares y amigos sino desde el más puro estilo consumista.
Con tanta antelación, las grandes superficies, y de comparsa todo el comercio, intentan que escurramos nuestros ya decrépitos bolsillos en busca de esos manjares que luego, cuando nos sentamos a la mesa (sobrecargada donde las haya) dejemos la mitad sin consumir por el obvio exceso que supone para nuestro organismo, o de esos regalos (imposibles de encontrar si esperamos a última hora) que nos llevan con un gran ajetreo de acá para allá.
Podríamos imaginar una Navidad sin excesos en las comidas o sin la ansiedad que genera la búsqueda de los regalos para todos los de la familia.
Sin el ánimo de la tan manida frase de que ‘cualquier tiempo pasado fue mejor’ sí que es cierto que el llamado ‘espíritu navideño’ de hace treinta años no se parece, para nada, con el que alardeamos en nuestros días.
Además, en la época que vivimos no nos podemos volcar sólo en el consumismo porque nos pasará lo que dice el chiste: ‘todo el mundo acabará consumismo coche, consumismo piso, consumismo…’.
Reflexionemos un poco más sobre el contenido de estas fechas, no nos centremos sólo en comer y regalar, y … FELIZ NAVIDAD para el equipo de Castellón Información y para todos los lectores, en especial a los que dedican algunos minutos a repasar los artículos de opinión.
