“Ningún gobierno nos dice la verdad. La mayoría no lo hacen por pura ignorancia… pero también por soberbia"
Juan José Benito/Castellón Información
¿Nos están diciendo toda la verdad nuestros gobernantes sobre la Covid-19? ¿La Covid-19 ha sido diseñada por el ser humano? ¿Se escapó por un fallo en los protocolos de seguridad del laboratorio donde se trabajaba con este coronavirus? ¿Fue predeterminada su dispersión? ¿Quién y qué intereses hay detrás?
Estas son algunas de las preguntas que muchas personas se hacen diariamente, y no sólo las referentes a los datos que nos facilitan nuestros políticos y que en ocasiones se contradicen.
Además, los amantes de teorías conspiratorias se han puesto a trabajar, en las redes sociales hay opiniones para todos los gustos.
Por ello, desde Castellón Información nos hemos puesto en contacto con uno de los periodistas de investigación más rigurosos de nuestro país y Premio Planeta en el año 2017 con ‘El Fuego Invisible’, Javier Sierra, que además acaba de estrenar la segunda temporada de una serie a mitad de camino entre la ficción y la búsqueda de respuestas a grandes enigmas, llamada ‘Otros Mundos’, en #0, la televisión de Movistar+.
Pregunta. Usted es un buscador incansable en busca de la verdad, no se conforma con la versión oficial. De joven siempre tuvo la curiosidad de saber. No todo es tal como parece. Siempre detrás de un hecho histórico aparece la teoría de la conspiración, como sucedió con la llegada del hombre a la Luna, el caso Roswell, la muerte de Diana de Gales, los atentados del 11S, la muerte de Hitler o si los Iluminati manejan el mundo. La Covid-19 no es para menos.
Respuesta. La mentira y la desinformación son herramientas que manejan los poderosos desde el principio de la Historia. No debería sorprendernos que nos mientan. Lo hacen a diario. Sin embargo, esta sociedad infantilizada que hemos creado, incapaz de contestar a esa falta endémica de honestidad, se conmocionó cuando descubrió, tras los atentados del 11S, que Estados Unidos mintió sobre la existencia de armas de destrucción masiva en Irak y desencadenó una guerra solo por sus propios intereses energéticos. A muchas personas se les cayó la venda y penalizaron a la administración Bush. Pero duró poco. Desde entonces las teorías conspirativas no han dejado de crecer, aunque le advierto que muchas no tienen tampoco una base cierta.
Pregunta. ¿La Covid-19 puede ser obra del ser humano? Sin ir más lejos Luc Montagnier, Premio Nobel en 2018 por descubrir el VIH, afirma que el origen es artificial. ¿Salió del laboratorio P4 de Wuhan.
Respuesta. Yo no creo en las casualidades, ¿sabe? Pero tampoco soy virólogo ni médico. No obstante, me parece una coincidencia muy significativa que el mayor laboratorio bacteriológico de China se encuentre a solo doscientos metros del mercado de Wuhan en el que se detectó el primer foco de la Covid-19. Considere, sin embargo, que los análisis de la estructura del coronavirus que la provoca dejan claro que no se trata de un compuesto sintético, sino de la mutación de un virus que ya se conocía antes. Tal vez lo que ocurrió en Wuhan fue tan simple como una fuga de material patógeno de ese laboratorio. Lo malo es que eso no se aceptará jamás. ¿Se imagina las indemnizaciones que debería asumir China si lo hiciera? ¿Se hace cargo de que algo así podría incluso justificar una guerra del mundo contra el régimen que gobierna el país? Una acusación así no es una broma. De confirmarse, tendría gravísimas consecuencias.
P. Hace cinco años Bill Gates ya predijo que ningún país estaba preparado para hacer frente a una pandemia mundial como la que estamos sufriendo. ¿Qué sabía el fundador de Microsoft que otros no?
R. El señor Gates simplemente lee historia. Cualquiera que haya estudiado nuestro pasado sabe que las pandemias nos acompañan desde los albores de la civilización y han destruido culturas enteras. Era solo cuestión de tiempo que llegara una nueva… Y pese a lo devastadora que está resultando, es la que mejor nos ha pillado de todas las que conocemos. Piense usted que la “gripe española” de 1918 se cobró oficialmente casi 50 millones de vidas humanas. La Covid-19 no será ni la sombra de aquella gracias a la medicina y la virología modernas.
P. ¿Qué intereses puede haber detrás de la Covid-19? Algunos hablan de intereses económicos de alguna superpotencia, otros incluso de salvar a la humanidad?
R. Pregúntese mejor a quién beneficia más esta situación y tendrá algunos elementos interesantes para pensar. El avance humano al que se está responsabilizando de la pandemia es la globalización y no van a faltar los países y regiones que van a instrumentalizar esta crisis para tratar de regresar a políticas restrictivas, a nacionalismos ya superados… Pero confío en que sabremos reponernos más pronto que tarde y salir reforzados como especie de este lance. A fin de cuentas, si algo nos ha enseñado este virus es que para él no existen fronteras, ni razas, ni ninguna de esas divisiones que algunos usan a su conveniencia. Y también que para vencerlo es más necesaria que nunca la cooperación mundial.
P. ¿Los gobiernos nos ocultan el alcalde real de este coronavirus?
R. Ya se lo he dicho antes: ningún gobierno nos dice la verdad. La mayoría no lo hacen por pura ignorancia… pero también por soberbia. Parte de esta crisis se debe a la actitud prepotente e ignorante que han tenido muchos responsables públicos, y a la actitud servil de asesores que no se atrevieron a contradecirlos. La naturaleza no sabe de las razones de la política. Ojalá esta lección la aprendan bien nuestros representantes y desarrollen políticas más respetuosas con la naturaleza y sus ritmos. Muchos de los peores patógenos a los que nos enfrentamos surgen de la explotación de regiones naturales cuyos habitantes buscan nuevos lugares donde vivir y que son hostiles a nuestra biología. La deforestación, el calentamiento global y la pérdida de permafrost están trayéndonos enfermedades que ni conocíamos. Y me temo que esto no ha hecho más que empezar…
P. Aprovechando que estos días el gobierno de los EEUU ha dado a conocer tres videos OVNI gravados por cazas, que piensa que hay detrás. ¿Sacar a la luz una verdad, la existencia de vida fuera de nuestro planeta, otros incluso hablan de dentro, o simplemente crear desinformación?
R. El hecho al que usted se refiere es mera propaganda. Esas filmaciones se conocen desde 2017 y, lo peor, se corresponden a grabaciones militares que se remontan a 2004. Se trata de auténticos objetos volantes no identificados, pero su análisis no aporta nada nuevo al problema. Por eso nos las han entregado. No hay en ellas nada sensible ni interesante más allá de la sorpresa de ver algo que maniobra de modo extraordinario y que, probablemente, tenga una explicación tecnológica que no se nos ha ofrecido. Si quiere que le diga la verdad, no me parece ninguna revelación impresionante. El Pentágono tiene otros materiales más interesantes que no nos ha entregado.
P. En nuestro país continúan existiendo avistamientos, pero se habla poco. ¿La gente tiene medio a hablar?
R. Los medios hablan poco, pero los ovnis se siguen viendo. Durante estas semanas de confinamiento las Redes Sociales se han llenado de informaciones e imágenes de supuestos ovnis. El tema sigue interesando al ciudadano, pero los medios están demasiado ocupados hablando de nuestras crisis (de todo tipo, no solo sanitarias) para ocuparse de este asunto.
P. Como millones de españoles está confinado en su casa de Madrid, con la familia, ¿qué le supone este encierro?
R. Los escritores estamos acostumbrados a estar “confinados”. De hecho, lo necesitamos para nuestro trabajo. Desde ese punto de vista, esta situación no ha supuesto un gran cambio en mis hábitos personales, aunque sí lo ha sido para mi familia, que se ha visto abocada a un cambio radical de los suyos; sobre todo los niños. Así que, ya que me pregunta, le diré que estas semanas me han resultado muy intensas en lo intelectual. He podido leer y escribir más que normalmente y el silencio de la calle me ha permitido pensar. Ojalá lo hayan podido hacer muchas más personas.
P. Por último, ¿en que está trabajando?
R. Antes de empezar esta situación tenía dos proyectos de libros sobre la mesa, pero decidí aplazarlos. Me di cuenta de que el lector no está ahora para distraerse, sino para analizar y calibrar lo que le está sucediendo a nuestra especie. Así que decidí empezar un libro nuevo, que espero ayude a esa reflexión. Será un relato intenso, apoyado en la mitología y en las enseñanzas de los sabios de la antigüedad clásica, que sufrieron más de una pandemia… aún peor que ésta. Espero tenerlo listo pronto.
Javier Sierra, Teruel (1971)
Javier Sierra es el único autor español contemporáneo que ha logrado situar sus novelas en el top ten de los libros más vendidos en los Estados Unidos. Sus obras se publican en 44 países y son fuente de inspiración para muchos lectores que buscan algo más que entretenimiento en un relato de intriga.
Formado en el mundo del periodismo –fue cofundador de la revista mensual Año Cero en 1990, director de la revista Más Allá de la Ciencia durante siete años, además de presentador y director de espacios en radio y televisión en España-, ahora invierte su tiempo en investigar arcanos de la Historia y escribir sobre ellos.
Ha dado a imprenta títulos muy populares entre los que destacan La cena secreta, La dama, La ruta prohibida, Las puertas templarias, El ángel perdido, El maestro del Prado (que fue la ficción española más vendida en 2013), La pirámide inmortal o el Premio Planeta de Novela 2017, El Fuego Invisible, en donde se enfrenta a los enigmas de la creación artística a través de una insólita búsqueda del Grial.
En su haber se cuentan varios galardones literarios más, como su finalista al Premio de Novela Ciudad de Torrevieja por La cena secreta, o internacionales como sus tres Latino Book Awards –otorgados a la Mejor Novela Histórica del año 2007 publicada en inglés en EE.UU., por La dama azul, y a la Mejor Novela de Aventuras de 2011 en inglés y español, por El ángel perdido.
Todos sus libros tienen un común denominador: sirven de puente al lector para cruzar de éste a otros mundos. Y lo hacen sobre una pasarela cimentada sobre misterios científicos e históricos sólidamente documentados. A menudo el autor explica que su trabajo literario –tanto en narrativa como en ensayo- debe ser entendido como un todo. “Mientras que en mis libros de investigación traslado grandes preguntas al lector, en mis novelas pongo a funcionar mi imaginación para proponer respuestas que nos las despejen”, dice.
Si algo destaca en la biografía de este escritor es su precocidad. Se adentró en el mundo de la comunicación con apenas doce años cuando se puso al frente de un programa de radio semanal para una audiencia infantil en su ciudad natal. Su unión con la radio continuó en Vinaròs, donde se trasladó con su familia, además organizó un congreso ufológico y varias alertas OVNI.
En esa época ya había escrito sus primeros artículos y relatos, aunque su ingreso en la prensa escrita no se produciría hasta los dieciséis. Con diecinueve –y sus estudios de periodismo recién iniciados en Madrid- participó en la fundación de la revista mensual de divulgación Año Cero, y a los veinticuatro ya daba a imprenta su primer libro.
Desde entonces, entre sus empeños personales destaca el de subrayar que lo oculto, las creencias extremas y heterodoxas, lo mágico o lo sobrenatural, forman parte inexcusable de nuestra cultura y deben ser elementos que se estudien, ponderen y divulguen con rigor. Sus obras son, pues, el resultado de ese esfuerzo y han hecho de Javier Sierra un autor con una voz propia autorizada, único en el panorama literario contemporáneo internacional.
Javier vive en Madrid. Es Hijo Predilecto de Teruel, ciudad en la que la Biblioteca Pública del Estado lleva su nombre. Está casado, tiene dos hijos y se encuentra trabajando –a la vez- en sus próximos tres libros.
