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martes, 16 de abril de 2024 | Última actualización: 22:07

El SEAFI de Burriana pone en marcha un taller de apoyo y refuerzo para las familias que acogen a menores

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El SEAFI de Burriana ya organizó el pasado año un taller de aprendizajes en familia, dirigido a madres, padres y adolescentes; para facilitar recursos para la mejora del ambiente y la convivencia.

El acogimiento familiar es un recurso para menores que no pueden ser atendidos por sus padres por circunstancias personales específicas de cada familia. La labor que estos acogedores desempeñan es de una gran importancia por su repercusión en la reconstrucción de la vida de los menores, brindándoles experiencias positivas y de buen trato, que contrarresten las situaciones vividas en sus familias de origen que determinaron la adopción de medidas de protección.

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El Servicio Especializado de Atención a la Familia y la Infancia (SEAFI), integrado en los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Burriana, ha puesto en marcha recientemente un taller para familias extensas acogedoras de este municipio, sobre las cuales se interviene desde este servicio, según ha informado la concejal de Servicios Sociales, Mercedes Giménez.

Como en años anteriores, los técnicos del SEAFI han complementado su acción de intervención familiar especializada (orientación, mediación y terapia) con una experiencia de trabajo grupal. Así, se ha optado por un taller para ofrecer más apoyo y un seguimiento más especializado a las familias extensas acogedoras, aquellas que son parte de la familia biológica o de sangre de los menores acogidos o en la que los acogedores son personas próximas unidas a los menores por un fuerte vínculo o lazo afectivo.

Además de las intervenciones ordinarias que se vienen realizando de forma individualizada para cada grupo familiar -sobre cuyos menores se han adoptado medidas de protección-, en estos talleres se ofrecen orientaciones, informaciones y conocimientos formativos, útiles a todos por igual al conectar con sus necesidades en la relación y convivencia diaria con los menores; y brindarles un tiempo y un espacio donde pueden compartir experiencias, expresar emociones, sentimientos, frustraciones, dudas y dificultades, lo cual dota a la experiencia de un valor añadido y un efecto terapéutico.

El objetivo y la motivación de esta iniciativa surgen de la necesidad observada en las familias de poner en común aquellos aspectos de la dinámica familiar que les preocupan y sobre los que desean reflexionar y adquirir estrategias de actuación para resolverlos o mejorarlos, ha explicado Mercedes Giménez.

En este sentido, la realización de estas intervenciones en grupo permite a los acogedores sentirse más receptivos -a la vez que más aliviados- en su gran labor, al poder compartir con otras familias en similar situación y parecidas inquietudes.

Metodología participativa

En este taller participan seis familias acogedoras, bajo la dirección y supervisión de los profesionales del SEAFI y con la colaboración de una estudiante en prácticas del Máster de Intervención Familiar y Mediación de la UJI.

Consta de varias sesiones que, a través de una metodología muy participativa (dinámicas, vídeos, role playing, fantasías guiadas…) ofrece la posibilidad a los asistentes de tomar conciencia del gran valor de su labor como padres o personas acogedoras, y de ser conscientes de que los menores que están criando son menores heridos que necesitan un cuidado especial y, por ello, deben comprender que detrás de ciertas conductas siempre hay emociones y sentimientos que son los que impulsan los actos o reacciones de los menores.

Los primeros resultados de este taller, según la edil de Servicios Sociales, están siendo muy positivos, “con una actitud muy receptiva y abierta por parte de todos, que valoran el poder compartir con otras familias que viven la misma experiencia emociones, sentimientos, temores y preocupaciones, así como aportando estrategias y recursos personales de respuesta a situaciones y retos que surgen en su trato con los menores. Todo ello les ayuda para llevar con mayor ligereza la responsabilidad que sienten en su labor y una mayor tranquilidad, que beneficia el bienestar de los menores acogidos a su cargo”.