La decisión, según Sales, se ajusta a las sentencias del TSJ y el Supremo. Según Ortolá responde a la petición de asociaciones y vecinos de la zona
La Junta de Gobierno Local, ha aprobado el cambio de denominación de la Plaza del País Valencià a Plaza del Nou d'octubre.

Se trata de la plaza comprendida por el cruce las calles Trinidad y Avenida de Valencia con Ramón Llull y convento San Francisco.

Esta decisión forma parte de las prioridades de gobierno que firmaron PP y VOX en esta legislatura, pero también, responde a una polémica que se remonta en el tiempo, y que enfrenta a los partidarios del Reino de Valencia o Comunidad Autonómica Valenciana, que defienden la singularidad de la cultura y tradiciones valencianas, frente a quienes entienden la pertenencia de la Comunitat a las tradiciones pancatalanistas, como parte de ‘los países catalanes’.

Para más razones, explicaba el portavoz del gobierno, Vicente Sales, el término País Valencià no está incluido como denominación oficial del antiguo Reino de Valencia, que se consolidó con el nombre de Comunitat Valenciana, en el Estatuto de Autonomía de 1982.
La polémica en torno a la denominación ‘País Valencià’ ya formó parte de la ‘Batalla de Valencia’ en los años que antecedieron a la creación de la Comunitat Valenciana.
Refuerza esta afirmación, indicaba Sales, la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana. El tribunal consideró que el uso del término ‘País Valencià’ en el Estatuto de la UJI no se utilizaba como antecedente histórico, contraviniendo así el Estatuto de Autonomía.
La Universitat Jaume I interpuso un recurso ante el Tribunal Supremo, pero este desestimó la apelación, y confirmó la sentencia original del TSJCV en fecha de 10 de mayo de 2012.

Preguntado Antonio Ortolá, si este equipo de gobierno sigue esquemas similares a los de la anterior legislatura, cuando se cambiaron varias calles del callejero de Castellón sin consenso y sin consultar a los ciudadanos, el portavoz de VOX, Antonio Ortolá, ha indicado, que se trataba de una reivindicación amparada por varias asociaciones de vecinos y particulares, contra lo que consideraban una denominación que no está recogida en el Estatuto de Autonomía y que no se ajusta a la realidad de la Comunitat Valenciana, que tiene identidad propia, y no vinculada a los países catalanistas.
El cambio de denominación se ha aprobado hoy, de forma simbólica, en vísperas de la celebración del 9 de octubre, Día de la Comunitat valenciana.
Las primeras reacciones a este anuncio no se han hecho esperar.
Compromís denuncia que Carrasco asume el discurso ultra y elimina el nombre de la plaza País Valencià para aferrarse al poder
Compromís per Castelló ha denunciado que "el gobierno de Begoña Carrasco ha asumido el discurso de la extrema derecha después de que la Junta de Gobierno haya aprobado eliminar el nombre de la plaza País Valencià para sustituirlo por el de plaza Nou d’Octubre". Según la coalición, "esta decisión responde 'a una guerra de símbolos' con la que el PP compra el marco ideológico de Vox para mantener el poder”.
“Begoña Carrasco y Vox quieren decirnos a todos los castellonenses cómo debemos sentir nuestra pertenencia al País Valencià. Quieren decirnos cómo debemos pensar y cómo debemos sentir”, ha manifestado el portavoz de Compromís, Ignasi Garcia, quien ha subrayado que "la alcaldesa se dedica a generar molestias y a cambiar nombres de calles que no hacen falta, mientras se desentiende de los verdaderos problemas de los castellonenses, como son el aumento del precio de la vivienda, los recortes en Formación Profesional o los retrasos para conseguir cita con el médico”.
“Una provocación antes del 9 d’Octubre”

Desde Compromís denuncian que "el cambio de nombre no solo es un ataque al sentimiento de pertenencia de muchos castellonenses, sino también una provocación política hecha justo antes del 9 d’Octubre, rompiendo todos los puentes institucionales”.
La coalición recuerda que, "durante 24 años de gobiernos del Partido Popular, nunca se había tocado el nombre de la plaza País Valencià y que, de hecho, el Estatuto de Autonomía —pactado por el PP y el PSOE— reconoce este como uno de los nombres históricos que el valencianismo político ha dado al territorio".
Asimismo, la coalición recuerda que "cuando el anterior equipo de gobierno tuvo que cambiar nombres de calles lo hizo por un requerimiento legal y para cumplir con la Ley de Memoria Democrática, no por revancha política”. En cambio, consideran que “lo que hace ahora la señora Carrasco es exactamente eso: revancha e imposición ideológica”.
Compromís advierte, además, que "el gobierno municipal miente conscientemente a la ciudadanía cuando asegura que el nombre de País Valencià no tiene nada que ver con nuestra autonomía, a pesar de que figura en el preámbulo del Estatuto”. La formación también desmiente que "este cambio figure en el acuerdo de gobierno entre PP y Vox y acusa al gobierno de Begoña Carrasco de actuar a escondidas y con nocturnidad, antes del 9 d’Octubre, para imponer su ideología con el único objetivo de mantenerse en el poder”.

















































