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domingo, 28 de diciembre de 2025 | Última actualización: 21:34

Azaña y sus grandes amores

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Miguel Bataller. Ciudadano del Mundo y Jubilado.

De este ilustre personaje  de nuestra historia del siglo XX, que fue tres veces Presidente del Gobierno y de la Republica hasta 1936, nunca tuve una opinión excesivamente positiva en el terreno de las ideas, aunque siempre pensé que obró movido por un profundo amor a España, aunque estuviese equivocado desde mi punto de vista.

Quizás ese fuera el primero de sus amores, pero no él único.

Sí, el más platónico, porque han llegado a mis manos recientemente unas informaciones, que me han dejado boquiabierto, por desconocerlas y por ni siquiera haberlas podido sospechar.

Durante su vida literaria escribió no pocos artículos sobe la sexualidad.

Y por eso al leer hoy a través del testimonio de uno de los mejores historiadores de la España del siglo XX, he descubierto dos facetas de la personalidad de don Manuel, que me lo han bajado del Olimpo de la Política en mayúsculas, para degradarle absolutamente a la categoría de humano, con muchas más imperfecciones de las que se le suponían o conocían.

Según Jaime Campmany, Azaña mantenía muy discretamente y dentro del ámbito privado sus amores con Cipriano Rivas Cherif, y hasta ahí todo entra dentro de lo que podría llegar a considerarse normal, ya que la homosexualidad es una opción personal para unos y una inclinación genética para otros, pero no soy quien para juzgarla.

Lo realmente oscuro e inaceptable para mí, fueron los dos hechos que llegaron aparejados a su condición de homosexual, para salvar su apariencia de cara al gran público y favorecer a su amante en su actividad política:

1-Se casó con la hermana de su amante, Dolores Rivas Cherif, para disimular sus relaciones intimas con su cuñado, lo cual dice muy poco en su favor y hace pensar que él si se avergonzaba de su condición homosexual de una manera innegable.

2-Nombró Jefe de Protocolo de su Gabinete a Cipriano Rivas Cherif.

Y pare quitarle dramatismo a un tema tan lamentable de unos de los personajes mas populares del primer tercio del siglo pasado y padre putativo de la izquierda española de su tiempo (hijos biológicos al parecer no tuvo) añadiré dos comentarios de cierta comicidad que se publicaron en la prensa de su tiempo, no se sabe si por malevolencia o por errata ortográfica:

Se escribió que Azaña había nombrado Jefe de ‘Protoculo’ a Rivas.

Pérez de Ayala se lo comentó a Marañón, y éste en una muestra evidente de su ingenio se apresuró a puntualizar:

“A veces el camino mas corto para llegar a un cargo, es el Recto”.

Por lo visto esta anécdota o hecho histórico acaecido hace  unos ochenta años, y desconocido por mi hasta esta misma semana, debía de ser  de dominio público entre nuestra clase política, o al menos entre sus más significados líderes.

Y  por eso tratan de castigar “nuestros rectos….procederes” con sus “torcidas…capacidades” y nos sentimos burlados, atacados y violados por sus actitudes y decisiones en muchos casos, mientras se mueven hacia delante y hacia detrás mil veces desde que prometen hacer las cosas, hasta que deciden dejar de hacerlas, sin que sepamos en casi ningún caso el porque las prometieron y el porque no  las cumplieron.

Como verán hoy he preferido dar un tono entre sarcástico y humorístico a mi columna, basándome en un personaje histórico, porque viene muy al caso con la coyuntura que nos toca vivir, en la que nadie es lo que parece, y todos quieren ser lo que definitivamente nunca llegaran a ser:

Hombres de Estado respetables y respetados.