Andrés Querol/Vicente Pla/Castellón Información
Andrea Claramonte, joven extremo izquierdo con grandes cualidades físicas. Su adaptación ha sido más que notable dentro del Club Deportivo Balonmano Castellón y su potencial es muy importante.
Comienza en este deporte casi por casualidad. Había practicado judo, atletismo, natación y muchos otros. Así lo explica Andrea: “Pero un día fui a buscar a una amiga que jugaba a balonmano y coincidió que el entrenador era mi profesor de Educación Física. Me dijo que si quería apuntarme, porque además le faltaban jugadoras, le dije que sí y en el balonmano hasta la fecha de hoy”, y mucho más porque con su juventud y progresión le queda bastante que hacer y dar en este deporte.
La jugadora de Almassora comienza su andadura con el convenio que firma su club con el Club Deportivo Balonmano Castellón. Con esta fórmula llegan al campeonato de España, pero la fórmula no tuvo el éxito esperado y las jugadoras tuvieron que decidir si seguían jugando en el Balonmano Almassora o en el Club Deportivo Balonmano Castellón. “Yo elegí el Club Deportivo Balonmano Castellón porque veía más posibilidades de progreso y de aprendizaje puesto que la infraestructura de los clubes no podía ser la misma, lógicamente”.
Llega como juvenil de segundo año y forma parte del sénior B. Ella pretendía alcanzar un puesto en el primer equipo pero no le resulto nada fácil. No desfalleció y a pesar de contar con escasas oportunidades su trabajo no pasaba desapercibido. “La temporada pasada ya fui a la fase y aunque solo fui convocada en uno de los tres partidos y además no jugué, pero yo me lo tomé como un premio”.
Al comenzar la presente temporada el entrenador Vicent Sos le comentó que contaría con más minutos por el embarazo de Pasión Castellanos, a la que desde aquí le deseamos lo mejor y una hora corta llegado el momento, se le abre a Andrea Claramonte la posibilidad de sumar más minutos. “Al principio estaba muy nerviosa cuando salía a la pista, pero poco a poco he ido sintiéndome más cómoda y voy cogiendo más experiencia, al mismo tiempo la confianza del entrenador me hace sentir más útil para el equipo”.
Andrea Claramonte, como el resto de sus compañeras, sienten la responsabilidad, pero no la presión, saben que han devuelto la ilusión por el balonmano a un buen número de aficionados que la habían perdido.
Por nuestra parte los que aquí estaremos les mandaremos nuestras buenas vibraciones y sea cual sea el resultado final seremos conscientes de que todas y todos darán lo mejor y más si cabe por llegar a la meta.
