El salón de sesiones del Ayuntamiento de Burriana ha acogido la presentación de una edición municipal con las dos Cartas Pueblas de la Ciudad, las dos primeras otorgadas por el rey Jaume I en el antiguo Reino de Valencia y que datan de los años 1233 (1 de noviembre) y 1235 (1 de enero).
Alrededor de un centenar de personas se han dado cita en este acto, enmarcado en la programación cultural de Sant Blai, y que ha contado con la participación del alcalde, José Ramón Calpe; del nuevo diputado provincial de Cultura, José Luis Jarque; del edil del área, Enrique Safont; y del arqueólogo municipal y director del Museo Arqueológico de Burriana, José Manuel Melchor.
Jarque ha abierto el turno de intervenciones para trasladar el respaldo de la institución provincial a las iniciativas culturales de los ayuntamientos y para destacar el expediente académico de José Manuel Melchor.
El arqueólogo ha excusado la ausencia –por problemas de salud- del también arqueólogo y profesor universitario Josep Benedito y ha explicado que la intención del ayuntamiento con esta edición es facilitar y acercar a la población dos textos fundacionales de la ciudad en su versión original en latín, en castellano y valenciano.
Melchor ha explicado también el contexto histórico de transición entre el dominio musulmán y la reconquista cristiana de Burriana en el que se escribieron estas Cartas Pueblas, así como la importancia estratégica de Burriana en las vías de comunicación terrestres y marítimas de la época. En este sentido, desde su trabajo como arqueólogo, ha valorado el legado que distintas culturas y religiones han dejado en el término municipal, “porque todos los que vivieron aquí han sido burrianenses y merecen el mismo respeto y consideración”.
Finalmente, el alcalde, José Ramón Calpe, considera que esta edición es un motivo más de orgullo para los burrianenses, ya que en ella pueden reconocer que la ciudad fue una villa preferente en el antiguo Reino de Valencia, así como acercarse a las primeras Cartas Pueblas del mismo, “un marco normativo breve, pero claro y envidiable para la época, que fijaría las claves para el desarrollo económico y social, y que pese a los ocho siglos que nos separan, siguen siendo actuales”.
