Una modificación de crédito permitirá afrontar el tramo entre avenida Mohino y la rotonda ‘de la paella’
El Ayuntamiento de Benicàssim pretende completar la avenida del Ferrocarril, entre el centro urbano y el barranco de Farcha y la rotonda ‘de la paella’ en la CV-149 durante esta legislatura. Para este mes se presentará una modificación de crédito que abordará la financiación del tramo entre la avenida Mohino y la CV-149, convirtiéndola así en una alternativa para descongestionar la Gran Avenida Jaume I. La entrada norte sigue pendiente del Ministerio de Fomento.
Esperanza Molina/ Ximo Tirado/ Castellón Información
Varios proyectos han marcado la historia del municipio de Benicàssim: la línea férrea, que conectó la población con Valencia y Barcelona, a finales del siglo XIX, y los desvíos de la N-340 y del ferrocarril para circunvalar su casco urbano antiguo.
El Ferrocarril, tan protestado a lo largo del siglo XX, fue sin duda la llave turística de Benicàssim cuando el ingeniero que dirigía las obras descubrió este maravilloso rincón del Mediterráneo y decidió construir allí una vivienda para su familia a la que luego, acompañaron otras... así comenzó a consolidarse la ‘zona de las villas’ en el litoral norte.
La llegada de los años 60 y 70 del pasado siglo supusieron la explosión turística de las playas españolas y también la conversión de Benicàssim en un municipio que había sido rico en agricultura y después pasó a serlo por la explotación de su litoral.
Pero las infraestructuras que habían generado aquella riqueza, también se convirtieron en barreras urbanísticas que hacían de Benicàssim un municipio que se dividía en: la zona del pueblo y la zona de ‘las villas’.
Entender esa separación es importante para comprobar cómo, el municipio benicense se ha desarrollado durante los últimos años buscando que las infraestructuras conecten, pero no separen, vertebren y resulten de utilidad para mantener la totalidad de su atractivo turístico.
Si el desvío de la N-340 permitió liberar la vía principal del casco antiguo y trasladar el tráfico pesado por el oeste. La Gran Avenida Jaime I se convirtió en la arteria principal de circulación que comunica norte y sur del litoral. Y el desvío de la vía del ferrocarril, ha dejado un espacio fundamental, que se convertirá en una avenida con la que se conectará la CV-149 que nace en Castelló, con el casco antiguo, como una alternativa al colapso que se produce en la Gran avenida.
Pero el proceso ha sido mucho más complicado de lo que se preveía hace casi dos décadas, cuando las vías del tren atravesaban también el centro de la ciudad.
El desvío de la vía férrea por el oeste entró en servicio en 2003, después de la confrontación entre los propietarios de los solares ocupados, de tres años de paralización de las obras e, incluso, de que tuviera que intervenir la guardia Civil para garantizar el desarrollo de los trabajos.
Desaparecida la vía, la parte norte se ha convertido en una Vía Verde ciclo peatonal de un gran valor paisajístico que enlaza Benicàssim con Oropesa.
Pero el proyecto urbanístico que también se pretendía, el vial que debía discurrir por este pasillo, entre la N-340 y la Gran Avenida, se ha ralentizado con los años.
Tal como comentaba Susana Marqués, alcaldesa de Benicàssim, el proyecto inicial contemplaba el desarrollo de toda la avenida del Ferrocarril, desde el casco urbano a la conexión norte con la CV-149, en una sola operación que habría de haber sido realizada a través de la figura de un urbanizador.
16 años después, el antiguo parque de vías está diáfano y permite el estacionamiento y el desarrollo de actividades. Pero ni la transformación del bulevar de la vía, ni la conexión con la CV-149 cumplieron pronósticos.
El objetivo ahora es llegar a hacer posible esa avenida del Ferrocarril, por tramos, y con fondos propios del municipio.
"No es una tarea fácil", destacaba Susana Marqués: “Había un proyecto global para poder desarrollar conjuntamente y a la vez a la vez un vial paralelo entre la N-340 y la Gran avenida, que actúe como vía de desconexión para muchas personas que viven en lo que era el trazado de la antigua vía del ferrocarril y que ahora, necesariamente, para ir a Castellón tienen que coger la Gran Avenida, con lo cual, cuando llegas a la avenida de Mohino produce un cuello de botella importante.”
"Con el desarrollo de los sectores iba un doble vial por donde discurría la vía del ferrocarril, los sectores 3 y 4 en estos momentos están paralizados, porque no es el mejor momento de desarrollo urbanístico, pero el ayuntamiento tiene intención de sacarlo adelante poco a poco. Abrimos el año pasado el acceso por el barranco de Farcha, y ahora hemos prolongado desde el barranco de Farcha hasta Frares. Y la idea es ir prolongándolo poco a poco hasta la avenida de Mohino"
"Allí también expropiamos los terrenos el año pasado para poder construir la rotonda, que ya está también prácticamente finalizada. La siguiente ejecución, para la que vamos a llevar una modificación de crédito al pleno de agosto, será la de enlazar finalmente con la 'rotonda de la paella', la que se conoce como la de la paella".
Marqués apuntaba: "La verdad es que es un proyecto que, como discurre por terrenos que en su día debería haber desarrollado el agente urbanizador y que ahora tiene que hacerlo el ayuntamiento, son proyectos que cuestan mucho más de salir y que se encuentran con más dificultades que si lo hubiera tenido que hacer el agente urbanizador en ese momento. Ya no solo dificultad económica sino también dificultades técnicas y de permisos… porque los permisos que necesitas y que tienen que facilitar otras administraciones externas al ayuntamiento tienen una fecha de caducidad, no es que se emitan hoy y tu puedas utilizarlos cuando desarrolles el proyecto, a los seis meses caducan, con lo cual si no tienes el proyecto en fase de poder licitarlo y poder sacar las obras inmediatamente, tienes que empezar de nuevo toda la tramitación".
"En este momento disponemos de toda la tramitación administrativa y vamos a ver si ya con la última inyección económica podemos contratar las obras".
Susana Marqués confía en poder completar toda esta avenida del ferrocarril antes de que acabe la legislatura.
Entrada norte
Por otra parte, queda pendiente la entrada norte al municipio de Benicàssim.
Si la histórica N-340 permitía entrar en Benicássim a través de las 'cuestas de Oropesa' para contemplar un paraje idílico, hace mucho ya que las necesidades de comunicación y del tráfico rodado plantearon la necesidad de una carretera nacional que permitiera atravesar el término municipal de Benicàssim en mejores condiciones.
Aquella travesía de la antigua N-340 sigue siendo espectacular, no así el acceso desde la actual N-340 al casco urbano de Benicàssim, mediante el entrador situado delante del cementerio. “Ni es segura, ni es atractiva ni es acorde para un destino turístico como Benicàssim”.
Para solucionar este tema, con el desarrollo de las Unidades de Ejecución 16, 17 y 18, Benicàssim ha generado ya una avenida que entronca con la Gran Avenida, y que debería enlazar con la entrada desde la N-340 al municipio.
“Si que es verdad, indicaba Marqués, que todo lo que hemos hecho con recursos propios nos ha resultado más fácil, gracias a que en Benicàssim hemos trabajado muy duramente para conseguir un escenario económico que nos permitiera acometer las infraestructuras que llevábamos en programa y que eran necesarias para el crecimiento y, sobre todo, para la vertebración del territorio. Pero ahora queda la parte más burocrática, la más complicada que es la de lidiar con el Ministerio de Fomento, porque al final va a ser del ministerio de Fomento de quien dependa esa entrada norte a Benicàssim que es lo que dignificará la entrada al municipio.
Los proyectos afectados por la Covid
La Covid también ha tenido su incidencia en los proyectos de Benicàssim. Para empezar, ha llevado al traste las acciones de de desarrollo y dinamización que había previstas.
Benicàssim es un municipio que vive del turismo y de los festivales, pero este año, el coronavirus ha obligado a suspenderlo todo, y a planificar un verano diferente.
"Es cierto, manifestaba Marqués, que lo que se concebía como una debilidad, la segunda residencia de los municipios colindantes, se ha convertido en la mayor fortaleza. La ocupación es muy alta, porque toda la gente que otros veranos hubiera viajado fuera se ha quedado en sus residencias en Benicàssim".
Aunque con ello han sufrido los campings y los hoteles, la hostelería y la restauración no han resultado tan afectados como se temía e incluso se han solicitado licencias para la apertura de hasta tres restaurantes nuevos.
Para apoyar a la restauración, el ayuntamiento ha accedido a peatonalizar calles y permitir la expansión y ocupación de las calzadas con las terrazas. Eso permite guardar las medidas de seguridad y mantener los aforos para que esos negocios sean rentables.
No se ha podido llevar a cabo la aplicación que pretendía incorporar las nuevas tecnologías al sector turismo, ni consolidar el festival de lírica que ya tiene renombre internacional, reconocía Marqués, y tampoco se han podido celebrar ninguno de los festivales asociados al nombre de Benicàssim. “Este verano es diferente a todos, pero hay que adaptarse”
¿Significa eso que Benicàssim necesita de verdad esos festivales?
Susana Marques opina que si, “son un plus al que no queremos renunciar”
Puede ser que algunos de ellos se resientan, pero los que sean de calidad sobrevivirán y Benicàssim mantendrá las puertas abiertas.
“Cuando todo esto pase hay que recobrar muchas cosas porque de ello dependen también los puestos de trabajo. Y no hay que olvidar, que esos festivales dan renombre internacional a un municipio que, como Benicàssim, es un municipio turístico”.
