Alejandro Moreno Sandoval.
El presente año 2021 se acaba, dentro de su proceso de crisis continua en relación con el COVID-19, y a pesar de todo, hemos logrado la incipiente estabilización de un gobierno de coalición estatal, que ha sido el blanco de la sin razón de las ultraderechas (al menos así se han manifestado una y otra vez), muy envalentonadas recientemente.
Este discurso de ultraderecha, se ha hecho con las conciencias y las voluntades de personas que apoyan dentro de una catástrofe pandémica, elucubraciones, falsedades y mentiras sobre las posibilidades reales de sobrevivencia de las personas, en sociedades globalizadas qué tienen en común muchas, como su pobreza y su riqueza, no solo económica, también cultural y de conocimiento. El ejemplo que conocemos todas es el movimiento negacionista del coronavirus, que justifica la oposición a la vacuna, insistiendo en que es una estrategia de control y de restricción de la libertad para las personas. Desde ahí se han creado una variedad de argumentos sin ninguna base científica o de conocimiento, se apoyan en informaciones falsas, demostradas una y otra vez por los medios de comunicación más responsables (que son poquísimos) y que van a contracorriente de muchas tertulias “apoya fakes”, de programas y medios de comunicación que son populares y que mucha gente escucha y mira, y en donde se han encargado de fomentar ese caldo de cultivo negacionista, cuestionando antes, durante y después, todo lo que se ha hecho para afrontar lo mejor que se ha podido una pandemia mundial del covid 19. Un 2021 del cual podemos decir, fue el año de la vacuna anticovid y la lucha contra sus mutaciones.
Por otra parte, tenemos la estrategia de las fuerzas reaccionarias para impedir una alternativa de organización de los sectores más desfavorecidos, de los colectivos más progresistas, de los partidos políticos más alternativos, de las personas que miran hacia el futuro en donde haya más igualdad y mejores derechos. El surgimiento de PODEMOS desató lo peor del pensamiento y manifestación ideológica neofranquista. La división de la derecha en los últimos años, perfiló para este 2021 una expresión más rancia de sus representantes, cada vez que abren la boca, la abren para decir la frase más cercana a su ideario golpista y dictatorial, siempre a la sombra del franquismo. Se ha demostrado cómo han utilizado dentro del aparato del estado a algunos sectores, que aún mantienen vigentes los principios antidemocráticos de herencia de la dictadura, que ata al estado Español a la voluntad de sus mandos, en lo judicial, en las FCSE, en entrañas institucionales de siglos pasados como es la Corona, y de organizaciones al servicio de los mismos patrones ideológicos y políticos.
Todo el aparato en movimiento, para arremeter contra las personas cuyo mensaje es el del cambio, el de la mejora de la democracia, el de romper de una vez por todas con esas ataduras arcaicas, antidemocráticas y franquistas, que no permiten el avance de la democracia en un nuevo Estado moderno, diverso y plural, más cercano a la realidad de toda su gente diversa, plural y moderna. A pesar de todo eso sabemos que la fuerza del cambio hay que demostrarla haciendo y cambiando el modelo, las leyes, los usos y costumbres políticas del estado.
Lo que se ha propuesto de cambios en igualdad, en trabajo, en consumo, en cualquier área de intervención política es un avance para la sociedad del cambio, una sociedad que a la par del trabajo institucional y de estructura del estado, cambie su manera de organizarse y luchar por mayor bienestar integral de todo para todas. Es por ello que hay que reforzar esa alternativa de participación de todas las organizaciones políticas y sociales en un proceso unitario, que entienda que es posible salir de las malas prácticas y malas costumbres políticas. El fin del bipartidismo está a la vista, es el momento de pluralizar más, de extinguir lo rancio, de abrir las puertas y ventanas a mayor participación, más democracia, más diversidad. Si tenemos que ventilar habitaciones para conservar la salud ante el covid, entonces ventilemos también sociedad para acabar con el pensamiento único que discrimina al diferente.
Que tengamos un buen 2022 para todos y todas. Esa es la diferencia.
