Este insecto es uno de los grandes depredadores de la abeja común, a la que ataca con voracidad en su propio panal de miel
Castellón Información
Primero se detectó un nido de avispa asiática en Tortosa y esta semana se ha encontrado otro en una caseta de campo en el municipio de Santa Bárbara, casi lindando con la provincia de Castellón. Este insecto, que llegó por primera vez a la Península en 2010, se instaló por el norte de España, pero últimamente se empieza a localizar en diversas provincias. Ahora amenaza con su entrada a la provincia de Castellón, tras llegar a las comarcas sur de Tarragona.
Este insecto, temido por su picadura ya que ha provocado ya muertes humanas, no hace mucho una la provincia de Lugo, de un agricultor que fue sorprendido por un destacado número de estas avispas, ha ido asentándose en las comarcas del norte del país, afectando especialmente a la producción de miel en Galicia, donde en Ourense la producción de miel había caído un 40% a finales del pasado año.
La 'Vespa velutina' es una especie invasora proveniente de Asia, concretamente de la zona norte de India y de China, que además de alimentarse del resto de insectos que habitan los campos, como es común en la especie, también lo hace de abejas, cuya carne se utiliza para alimentar a las larvas.
De qué tengo miedo
¿Pero qué pasa con los humanos? Hay motivos para preocuparse, pero limitados. A efectos normales, su picotazo es similar al de una avispa normal y corriente: la diferencia es la cantidad de veneno que nos inyecta. La asiática, al ser más grande, va más cargada, con el consecuente dolor. El riesgo sí es real para alérgicos o poblaciones de riesgo: todas las muertes atribuibles al invasor indochino en España están relacionadas con personas especialmente vulnerables.
De modo que, si no eres alérgico o no tienes enfermedades especiales, no tienes de qué preocuparte, más allá del dolor. Sí deberías andar con más ojo si vives en algunas de las escasas zonas donde se han registrado avispones japoneses: son bastante más chungos y su tasa de mortalidad es más alta (las abejas japonesas han aprendido a combatirlos generando hornos artificiales en sus colmenas).
