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martes, 16 de diciembre de 2025 | Última actualización: 02:19

Ecologismo de salón

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Begoña Carrasco García. Portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castellón y Presidenta del PP de Castellón de la Plana

Un año sin respuesta. Los vecinos de las partidas de la Marjaleria de la Molinera, Senillar y Bovar, llevan tres años soportando las inundaciones de sus viviendas, porque el sistema de drenaje que se venía utilizando hasta la fecha ha sufrido una avería, y el equipo de gobierno de Castellón sigue dando evasivas y tirando balones fuera sobre las responsabilidades que debería asumir.

El pasado sábado tuve la oportunidad, acompañada de mi compañero de filas Sergio Toledo, de visitar la zona y hablar con ellos. La situación es absolutamente surrealista e incomprensible. La tubería que hasta la fecha venía drenando de manera ordinaria el agua de la zona, evitando que el nivel freático del humedal subiese, se ha venido abajo, lo que impide evacuar el agua. Esto ha provocado que el nivel suba por encima del nivel de las viviendas de las tres partidas, afectando a cientos de residentes. Y el equipo de gobierno de Amparo Marco, a pesar de la petición de ayuda, sigue mirando hacia otro lado. Que si la responsabilidad es del Coto Arrocero, que si es de la Generalitat, que si el asunto es del área de Transición Ecológica (Podemos) y no de Urbanismo (PSOE)…

Unos por otros, la casa por barrer. El problema es que muchos de los vecinos, que sí pagan sus impuestos y sí cumplen con sus obligaciones, no pueden ni entrar en sus viviendas. Por no hablar del problema de insalubridad que supone el exceso de humedad en los inmuebles o las plantas, o los temidos mosquitos a partir de ahora, cuando las temperaturas empiecen a subir y comience la temporada de la plaga.

No hay derecho. Hace un año ya estuvimos al lado de los vecinos, recogimos su problema y lo llevamos al pleno en forma de iniciativa, instándoles a que se repararse la tubería. En aquella ocasión, a pesar de que los afectados habían recogido y registrado más de 300 firmas en el Ayuntamiento, la alcaldesa de la ciudad Amparo Marco negó conocer el problema, y prometió ocuparse personalmente… hasta hoy.

Todo sigue igual de mal. A pesar de la sequía de este invierno, basta circular por la zona para darse cuenta de que el problema existe y es real. Por eso los vecinos de la Marjaleria no entienden cómo el gobierno de Castellón se va a gastar 3,3 millones de euros en destrozar la avenida Lidón, que no hace falta y nadie ha pedido, o 900.000 euros en la Plaza La Paz, mientras se niegan a habilitar la partida de apenas 250.000 euros que sería necesaria para reparar la tubería y acabar con el problema de inundaciones. ¿Tan difícil es de entender?

A la Marjaleria se la protege cuidándola, no abandonándola. Y eso es lo que está ocurriendo en esta gran zona verde de Castellón. No solo en esta partida. Por eso, en el último pleno, llevamos una iniciativa en la que proponíamos el aumento de la vigilancia policial, para dotar de más seguridad a los ‘marjaleros’; un plan de asfaltado de caminos porque están hechos un auténtico desastre; un plan de limpieza de cunetas y acequias, porque llevan años sin arreglar; y trasladar las videocámaras del centro, que solo tienen afán recaudatorio contra los conductores que se equivocan de vía, hasta la Marjaleria, como ya hacen en Vila-real o Almassora. Ahí sí que han de vigilar. También solicitábamos que se reabriese al público el consultorio médico, que lleva años cerrado.

La Marjaleria necesita hechos, y no ecologismo de salón.