Ya es oficial y el Comité de Competición de la RFEF acaba de anunciar que sanciona al Villarreal con un apercibimiento de cierre del campo de El Madrigal y le impone una multa que asciende a los 6.000 euros, por el lanzamiento de un bote de las lacrimógeno al terreno de juego en el minuto 87 durante el partido que el conjunto amarillo disputó en casa contra el Celta, el pasado sábado día 15. De momento, la Policía Nacional, que investiga el caso, no ha podido localizar al energúmeno que arrojó el artefacto al terreno de juego. Las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del estadio no aclaran mucho sobre el autor del incidente.
Según la resolución del Comité de Competición de la RFEF, “todo lo sucedido no puede calificarse sino como un incidente grave (si no muy grave) del orden del encuentro, que puso en peligro real y efectivo la integridad física de una multitud indeterminada de personas, algunas de las cuales necesitaron atención sanitaria”.
Y destaca que “si bien parece acreditado que los servicios de seguridad del club funcionaron adecuadamente una vez ocurridos los hechos y que, por otro lado, existía un plan de seguridad previo a la celebración del encuentro, resulta igualmente evidente que las medidas conducentes a la prevención del hecho no funcionaron con suficiente eficacia. Y cabe añadir, la falta de presteza para identificar al protagonista del grave incidente”.
Respecto al cierre o no de El Madrigal, en la resolución de Competición se indica que “se prevé el apercibimiento de clausura cuando los hechos se producen por primera vez en la temporada, como es el caso”. Es decir, que si se es reincidente en este tipo de incidencias “el terreno podría ser clausurado”.
El Villarreal considera que la sanción impuesta, tanto por el Comité de Competición (6.000 euros de multa y apercibimiento de clausura del campo) como la que la semana pasada anunció el Comité Nacional Antiviolencia (de 4.000 euros) se ajusta a las alegaciones que presentó el club. De todas formas, falta por saber si los dirigentes de la entidad vila-realense van a presentar algún tipo de recurso. Para ello tiene diez días de plazo.
Por otra parte, la Policía Nacional que sigue el caso, aún no ha podido identificar al energúmeno que arrojó el objeto al terreno de juego en el minuto 87 del partido Villarreal-Celta. Hay imágenes, pero la calidad de las mismas no permiten identificarle. De todas formas, no se arroja la toalla y se están analizando otros vídeos de cámara ubicadas fuera de El Madrigal y en otras calles de Vila-real.
