En el amanecer de este viernes 9 de junio, Culla emprenderá su camino penitencial hasta Sant Joan de Penyagolosa, el enigmático ermitorio de Vistabella del Maestrat, para cumplir así con una tradición de más de 600 años.
Los documentos más antiguos que se conservan sobre esta rogativa participativa datan del año 1391, por lo es considerada una de las más antiguas de la provincia Castellón. El objetivo de este tipo de rogativas de origen medieval siempre fue el de implorar lluvias que proporcionasen buenas cosechas, así como la gracia de Dios, salud y paz, tal como se menciona en el canto tradicional del 'O Vére Déus'. El esfuerzo por la exactitud y veracidad de tiempos pasados, junto con los valores que atesora esta rogativa, la han hecho merecedora de la declaración de Bien de Interés Cultural Inmaterial de la Comunidad Valenciana.
Así pues, como cada viernes y sábado de la semana del Corpus Christi, más de 300 personas, entre vecinos del municipio y visitantes, recorrerán a pie los 60 kilómetros, de ida y vuelta, que les separan del santuario, manteniendo los rituales, cánticos y rezos de antaño, así como el desarrollo por su camino original. El trayecto atravesará paisajes de gran belleza, como puede ser la zona del Riu Montlleó. También se detendrá en algunos puntos de interés como la ermita de Sant Bertomeu de Boi del siglo XIV, el Plà de Vistabella o la Font de l'Alforí.
En palabras del alcalde de Culla, Heredio Bellés, "ya está todo preparado para revivir una de las costumbres más arraigadas de nuestra población y de la que nos sentimos muy orgullosos por su valor patrimonial e histórico". Al mismo tiempo, Bellés ha invitado a "cualquier persona que lo desee a acompañarnos en este camino de fe, compañerismo y naturaleza, siempre con el máximo respeto a la tradición".
