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viernes, 19 de abril de 2024 | Última actualización: 22:37

Aplaca: “Los responsables de Castor sabían el riesgo y dijeron que se sentiría como el paso de un camión por la autopista”

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La quinta sesión del juicio ha contado con la pericial psicológica cuyas encuestas a los afectados arrojan que sintieron miedo e indefensión durante los episodios y después

Castellón Información/S.N.

El juicio del caso Castor ha celebrado hoy su quinta sesión, una de las más importantes, ya que ha contado con la declaración del presidente y miembros de Aplaca, la plataforma de vecinos afectados por los seísmos provocados presuntamente por las inyecciones de gas por parte de la plataforma, ubicada frente a la costa de Vinaròs, además de la parte pericial psicológica y la médica. 

El primero en testificar ja sido J.J.C, director del Observatorio del Ebro, que no pudo acudir en la segunda sesión y quien ha insistido en que su labor era monitorizar la actividad sismológica y alertar de los cambios y que cuando aumentaba, se avisaba a la compañía, Escal UGS, incluso, en los días de más actividad, se les llegó a pedir la rebaja del caudal y la paralización de la inyección. 

Le ha seguido la intervención más destacada de la jornada y la más extensa, la del J.J.F., presidente de Aplaca, a propuesta de la acusación, quien le ha preguntado por qué creó la asociación. “Nos enteramos de que se iba a crear una infraestructura de este tipo y nos sentimos afectados por la proximidad de la misma, por esa quisimos saber que era y participar en el proceso. Empezamos a buscar información y encontramos un informe del Ministerio de Industria de 400 folios en un inglés muy técnico que no entendimos, por lo que pedimos ayuda a técnicos del territorio y en ningún momento se hablaba de sismicidad en él, aunque nosotros como plataforma sí que advertimos del riesgo, informándosenos por nuestra cuenta a través de estudios que hablaban de fallas activas o la carta de A.U., que trabajó en el Observatorio del Ebro. Pedimos que se actuase, denunciamos de todas las maneras que pudimos y finalmente se nos aceptó como parte afectada”. El declarante ha afirmado que inmediatamente, cuando sucedieron los primeros temblores, los relacionaron con la plataforma. “Nosotros pedimos estudios más exhaustos durante la construcción de la planta, pero no se nos hizo caso. No obstante, los responsables del proyecto conocían el riesgo de sismicidad”, ha contado. 

También ha hecho referencia a una reunión en octubre de 2007 con los responsables de la empresa junto con una veintena de miembros de la plataforma. “Queríamos solventar las dudas, entre ellas el riesgo de terremotos, que supieran de la inquietud y alarma que había en la ciudadania y nos respondieron que el único movimiento que se sentiría seria como cuando un camión pasa por la autopista”. El responsable de la plataforma ha asegurado que llegó a sentir los seísmos del principio del mes de octubre de 2013. “Se movieron los muebles y sentí como una energía muy fuerte”. 

Respeto a las medidas de protección, ha asegurado que la Generaliat puso en funcionamiento el Sismicat, Protecció Civil ofreció formación por si los terremotos iban a más y se organizaron simulacros en las escuelas. “Ls profesores les enseñaron como actuar ante la caída de objetos y yo personalmente me mantenía informado a través de la aplicación del Instituto Geológico” 

La Fiscal por su parte ha insistido en el encuentro con los responsables de la empresa y también con el Ministerio. “Recibimos una invitación de Escal y acudimos y en el caso del encuentro con Industria, expresamos nuestras inquietudes. Nos dijeron que había técnicos muy buenos en el Ministerio y que lo tendrían en cuenta”. También se ha referido a la respuesta de las instituciones europeas al proyecto. “No tenían ningún inconveniente al mismo, ya que se hacían eco del visto bueno de los ministerios y autoridades competentes pero nosotros presentamos una queja al Banco Europeo de Inversión en la que alertábamos de cómo era posible de que se diese crédito a una inversión tan cuantiosa, cuando se estaba demostrado que el proyecto era un desastre técnico. Nos dijeron que vendrían y analizarían que estaba ocurriendo pero nunca supimos nada más. 

Por su parte la defensa, ha preguntado, sobre los requisitos para formar parte de Aplaca y el declarante ha respondido que rellenaban un formulario con un cuestionario y que según las respuestas se evaluaba si habían sido afectados o no. En este sentido, el abogado ha preguntado si se hacía algún informe clínico para ver si tenían daños psicológicos y sobre el procedimiento para fijar la indemnización, de 15.000 euros, y por qué esta ha ido variando. A la primera cuestión, ha respondido que no y sobre los daños, ha manifestado que se han basado en un caso similar como es el del Concordia. “Tiene sentido que alguien de Barcelona, a varios quilómetros del suceso, reclame por daños?”, ha preguntado el segundo abogado de la Defensa, a lo que el declarante ha respondido que puede ser que esta persona en concreto tenga residencia en alguna de las localidades afectadas. 

La defensa ha indicado también en en el estudio de impacto ambiental, el documento de 400 páginas al que se ha referido el testigo, y ha apuntado que sí que se hace referencia al mapa de peligrosidad sísmica que arroja que es baja en la zona. “Efectivamente, nosotros insistamos de que se si ponía en practica el proyecto podía aumentar la sismicidad que era baja en el área”. El abogado también se ha interesado en su llegaron a perder algún informe más concreto a la empresa y el testigo ha afirmado que no lo recuerda y le ha preguntado también por el asesoramiento técnico que estaban recibiendo y si llegaron a emitir en nombre de todos algún informe, y ha apuntado que no tenían medios económicos y pensaban que se tenía que hacer desde la administración. 

Le ha seguido como testigo, M.J.C., miembro de la plataforma también, y residente en Vinaròs y ha sido preguntada en primer lugar por la acusación, que he la planteado sí recordaba los seísmos, su reacción y cómo los afrontaron. “Sí, recuerdo los temblores que ocurrieron, que iban de intensidad moderada a fuerte, llegando a vibrar las ventanas de casa. Estaba con mis dos hijas, de 3 a 6 años, quienes lo vivieron con mucho miedo e incertidumbre. Había muchos seísmos a lo largo del día y desde el principio lo relacionamos con las inyecciones. En el colegio hacían simulacros y eso les alarmaba. Sentí angustia y miedo y tuvimos que ir a terapia, pero las administracionesy la empresa no se hicieron cargo de ello, lo asumí yo. Además en el pueblo no se hablaba de otra cosa, era el tema del momento, por lo que se palpaba en el ambiente. El descanso era muy difícil, estábamos en alerta constante, ya que había estudios que subrayaban la sismicidad de la zona de Vinaròs. ”. La acusación ha preguntado sí le afectaría que la plataforma se volviera a poner en marcha y el juez le ha recriminado que es una pregunta absurda y hipotética. 

La defensa ha planteado a la declarante que precisamente la zona es de las denominadas de baja sismicidad. “Es así, pero si jugamos con hechos externos, como es la acción del hombre, se puede activar la sismicidad. Hoy día por ejemplo, la peligrosidad sísmica no ha aumentado, está estable”, ha señalado. Por último, la defensa le ha cuestionado como cuantificó Aplaca los daños, a lo que no ha sabido responder. 

Le ha seguido otra declarante, de Aplaca también, N.F., residente en Vinaròs y que se ha referido a como vivió los episodios preguntada por la acusación “Los viví con mucho miedo, no se hablaba de otra cosa en el pueblo, la gente tenía miedo por si se caía algún edificio. Los que podían, se iban a otros municipios. Mi hija estaba embarazada y tenía una niña y vivía cerca de la playa y estaba muy asustado ante el peligro de un posible tsunami. Yo me llegué a plantear irme a Todolella, mi pueblo de origen. El Ayuntamiento lanzó unas recomendaciones en caso de temblores, como salir de casa inmediatamente. Y yo, lo que sentí fue el sofá de casa moverse, además de tener grietas en las paredes de las que me di cuenta poco tiempo después. Eso sí, cuando dejaron de inyectar el gas, seguía habiendo movimientos pero no tan fuertes”, ha contado. La defensa por último, le ha preguntado si la ha examinado algún psicólogo o psiquiatra desde Aplaca para reclamar lo que se reclama en su nombre, a lo que ha contestado que no.  

El seguente en testificar ha sido A.M., vecino en Sant Carles de la Ràpita, empadronado en Alcanar por motivos laborales y miembro de Aplaca. Ha recordado el encuentro en 2007 con los responsables de Escal, en la que se habló de la sismicidad y de que había estudios que demostraban riesgo. “Nos dijeron que había baja sismicidad, o incluso nula,  que podíamos estar tranquilos. La inyecciones comenzaron a principios de septiembre y poco después empecé a sentir los movimientos. Me impresionó mucho, además tenía una bebé recién nacida y no paraba de llorar. Notamos como una fuerte vibración, que se repitió durante la noche. Veías las luces de los edificios de alrededor que no dejaban de encenderse. A partir de ahí, relacionamos los terremotos con los terremotos enseguida y nos bajamos la aplicación del IGN para detectar seísmos y las redes sociales eran un hervidero”, ha manifestado. El declarante también ha destacado que siempre ha habido movilizaciones contra el proyecto, desde el primer momento. “Los vecinos de Vinaròs y Alcanar nos apoyamos mucho”; recuerda. Respecto a la reunión, en la que estaban los acusados, ha explicado que les facilitaron las memorias de ls proyectos pero no nos dieron atención o apoyo de ningún tipo, sí por parte del Ayuntamiento y Protección Civil  

Parte pericial, una propuesta por la acusación y otra por la defensa  

Llegados a la parte pericial, ha llegado el turno de R. D. P y L.C. psicólogos clínicos propuestos por Aplaca, y responsables de la parte pericial psicológica, quienes analizaron a través de encuestas la afectación de los episodios a 63 encuestados (más de la mitad de los miembros) en la que se evalúo la afectación psicológica por haber vivido una situación traumática, que es la variable principal, pero que no hace un diagnóstico. “Hemos tenido en cuenta principalmente la sintomatología durante y después de los acontecimientos para evaluar e investigar la afectación y el cuestionarios han arrojado que sintieron miedo e indefensión por no saber que iba a ocurrir, también malestar al recordarlo, en estado de sobreexcitación y con un recuerdo desagradable. “El 99,8% muestra ansiedad ante los episodios. Así mismo, algo a tener en cuenta es el miedo a la frecuencia del acontecimiento, su reactivación o réplica, y la sensación de indefensión porque el acontecimiento está relacionado con la mano del hombre y se podría haber evitado. El nivel de ansiedad mantenida es de 1,2 en una escala de 0-4”, han detallado. 

La defensa se ha mostrado sorprendida porque los cuestionarios no hayan tenido en cuenta los antecedentes de cada uno de los encuestados. “Las viviendas no impactan igual en las personas teniendo en cuenta su experiencias, vivencias o patologías previas”, ha indicado el abogado, a  los que los psicólogos clínicos han respondido que lo que se ha tenido en cuenta es la vivencia del hecho traumático y a porteriori. “Nosotros evaluamos la percepción subjetiva, hemos contextualizado con datos de terremotos de mucha más magnitud como el de El Salvador pero porque son estudios que se centran en las mismas variables que nuestro análisis, además de que los terremoto son de los casos que más alarma causan”. Otro abogado de la defensa ha insistido en el hecho de los cuestionarios respondidos. “¿De verdad 63 cuestionarios son representativos de todo el grupo de Aplaca y de la población afectada?,¿Cómo han contrastado la veracidad de las respuestas de este plataforma, que al fin y al cabo es la la parte acusatoria de juicio?”, a lo que los peritos han respondido que es más de la mitad y lo que se muestra finalmente es una tendencia. 

Por último, ha testificado J.L.d.G., pericial médico, concretamente psiquiatra, propuesto por la Defensa que ha cuestionado la validez del estudio anterior. “La prueba validada es un informe que es interesante, pero no realiza ningún diagnostico, no es una herramienta útil porque no se puedo inferir lo que pasa a 63 a 152 y a una población en general, se necesitan una serie de requisitos.Además parte de un mal ejemplo, que son terremotos con mucha más intensidad y con unas consecuencias mucho más graves, con muchos muertos. Son elementos que no son comparables, por lo que falta ese elemento objetivo. Así mismo, de deben descartar otras causas de un paciente para determinar su estado, eso se ha de explorar. Los antecedentes son fundamentales, si no los conoces, si tu no ves al paciente, no tienes diagnóstico”, ha explicado ante las preguntas hecha por la defensa. Así mismo, la acusación le ha planteado que si no considera una situación estresante estar sometido a unos 500 seísmos en dos semanas?, a lo que él ha contestado que la clave es la intensidad, que si es alta, sí que puede causar estrés postraumático. “Que de los 500, 15 hayan sido percibidos no tiene entidad como para producir esa sensación de riesgo grave”; ha asegurado. Por último, la acusación le ha preguntado si para él tiene validez el estudio, a lo que el psiquiatra ha respondido que “no sigues las normas técnicas del muestreo, que debe ser representativo de un colectivo,  aleatorio, en este caso, no lo es, por lo que no demuestra nada”, concluye.