Castellón Información
Los dos institutos de Almassora se han sumado al proyecto de control biológico de mosquitos a través de la construcción de cajas refugio para murciélagos. El IES Vila-roja ha sido el primero en realizar el taller de montaje de las casetas, mientras que el Álvaro Falomir lo hará este viernes. Los centros educativos se adhieren así a la propuesta que desarrolló el consistorio durante el verano pasado en espacios al aire libre.
Los talleres están supervisados por los técnicos del Aula de Natura del Ayuntamiento de Almassora y Càdec Ambiental y cuentan con el patrocinio de la empresa UBE. Cada clase, de dos horas de duración, está dividida en tres bloques. El primero de ellos consiste en una explicación teórica para que los alumnos conozcan el mundo de los murciélagos, el segundo aborda el montaje de las cajas refugio y, en último término, alumnos y monitores instalan en los exteriores del centro las cajas fabricadas.
De esta forma, los alumnos de tercero y cuarto de ESO conocen la eficacia de los murciélagos para atajar las plagas de mosquitos. No en vano, cada uno de estos quirópteros es capaz de cazar entre 500 y 1.000 insectos en una noche, circunstancia que facilita el control biológico de la especie más allá de los tratamientos larvicidas.
En este sentido, los talleres coinciden con el anuncio del Ayuntamiento de Almassora de iniciar en enero las prospecciones de mosquitos para controlar la plaga y garantizar un verano tan tranquilo como el último. “La prevención ha sido determinante para que las incidencias hayan pasado de más de un centenar a únicamente dos, de manera que entendemos que nuestros esfuerzos deben dirigirse a controlar las larvas antes de que sea demasiado tarde”, ha señalado la concejala de Medio Ambiente, María José Tormo.
En este sentido, el consistorio destinará en 2017 más de 21.000 euros a la lucha contra estos insectos tras el éxito registrado este año. El contrato anual saldrá a licitación por 18.000 euros más IVA para permitir un calendario de trabajo que comience en enero con las primeras prospecciones y refuerce el control a medida que las temperaturas vayan subiendo.