Servicios Sociales impulsa una nueva edición del programa, que hace llegar a las familias que están pasando dificultades vales para comprar alimentos frescos de primera necesidad a través de las cuatro entidades sociales de Vila-real
Castellón Información
El programa Alimentación Necesaria, que el Ayuntamiento de Vila-real lleva a cabo por tercer año consecutivo, ha repartido estas fiestas de Navidad un total de 6.100 euros en vales de compra de alimentos frescos entre las cuatro entidades sociales que trabajan en la ciudad, Cáritas, Cruz Roja, San Vicente de Paúl y Juventud Antoniana, para hacer llegar a las familias en dificultades productos de primera necesidad en un momento del año en el que las necesidades incrementan.
“Las entidades sociales de Vila-real trabajan codo con codo con la Concejalía de Servicios Sociales para repartir estos cheques de compra entre las familias con pocos recursos, sobre todo entre aquellas con menores a cargo, durante las épocas de vacaciones escolares”, explica la concejala del área, Mònica Àlvaro. Por este motivo, Servicios Sociales ha vuelto a poner en marcha el programa durante las fiestas de Navidad, fechas en las que la necesidad de las familias se incrementa. “Además, tal y como ya hicimos durante el verano, nuevamente hemos contado con el Mercado Central de Vila-real, donde se han destinado 2.100 euros para la compra”, añade la edil.
El programa Alimentación Necesaria hace posible que familias de la ciudad en exclusión social puedan acceder de forma anónima a productos de primera necesidad, como por ejemplo la carne, pescado o productos con fecha de caducidad corta, que de otra forma es difícil que puedan ser distribuidos entre la población que lo necesita. Este programa se crea como un refuerzo a las ayudas a las familias que se tramitan desde Servicios Sociales y como complemento a las ayudas alimentarías de estas entidades.
“El hecho que sean las entidades sociales las que repartan estos cheques hace que se llegue al mismo tiempo a muchas familias que lo necesitan, pero siempre como complemento de una ayuda, nunca como sustituto de la tarea que se hace en Servicios Sociales y en las asociaciones”, puntualiza la concejala. “En tres años de funcionamiento del programa, la evaluación que hacemos desde Servicios Sociales y las entidades es muy positiva, sobre todo con respecto al anonimato y a la posibilidad de las familias receptoras de poder optar a una alimentación básica complementaria”, concluye Àlvaro.
