Luis Andrés Cisneros.
En el verano de 1968, Julio Iglesias, saltaba a la palestra del panorama musical español, cuando conquistaba el Festival de la Canción de Benidorm, con la canción La vida sigue igual. Una de las normas de dicho Festival era, hasta el año 1971, que cada tema musical fuera interpretado por dos artistas y, en dicha ocasión, la canción fue compartida por el grupo Los Gritos.
Una de las estrofas del primer gran éxito del cantante madrileño, rezaba como sigue:
Siempre hay por quien vivir por quien amar
siempre hay por qué vivir por que luchar
al final las obras quedan las gentes se van
otras que vienen las continuaran
la vida sigue igual.
Y aquí estamos otra vez……, a las puertas de un nuevo proceso electoral, propiciado por la ineptitud manifiesta de los partidos que dominan el cotarro mediático en España y que, como diagnostica la letra de la canción, todo sigue igual para ellos.
Los unos y los otros, instalados en las precocinadas, asadas, hervidas, aderezadas, fritas y horneadas encuestas, por cierto, pagadas por los distintos partidos con el dinero que reciben de las subvenciones estatales, o sea, de su dinero y el mío. Y las cuales, sólo hablan de los cuatro miembros de la Champions League, ya que, el resto de partidos políticos están vetados en las distintas encuestas.
Todos ellos siguen a rajatabla la letra de la melodía, siempre hay por qué vivir por qué luchar, efectivamente, porque todo se mantenga igual que hasta ahora, y que los privilegios partidistas conquistados se eternicen y se enraícen para que La vida siga igual.
Como diría el periodista y escritor César Vidal, sin ánimo de ser exhaustivos, analicemos la postura de los partidos que acaparan, últimamente, los espacios televisivos de todas las cadenas, para contarnos o bien, lo que ya sabemos de su vida, o bien detalles nimios e irrelevantes cómo, distintos aspectos de su vida sexual.
Por parte del PP, después de cuatro años de gobierno y en los cuales han seguido, al pie de la letra, las políticas marcadas por el anterior Gobierno, del señor Rodríguez Zapatero, han seguido desechando los principios de la mayoría de sus votantes, y adoptando posturas cómodas y acomplejadas ante los distintos desafíos de los problemas surgidos en el país. ¡Cómo para darles otra vez la confianza!
En lo referente al PSOE (más bien PS) más de lo mismo, al igual que los primeros, acuciados por los casos de corrupción y sin una idea clara de lo que es España, con un acentuado odio hacia los cristianos y, pactando en distintos sitios de nuestro país con los secesionistas más recalcitrantes. ¡La pela es la pela!
Ciudadanos, sigue siendo ese partido, tan limpio, que incluso, carece de ideología y se adapta tanto a un roto como a un descosido. Capaz de pactar, a pesar de lo que dice hasta la saciedad, con corruptos de primer, segundo o tercer grado. Su indefinición hace que, más que en el centro, donde dice estar, sea capaz de situarse en cualquier lado que le convenga.
Nos quedan los comunistas, socialdemócratas, defensores de Venezuela y otros países de democracias históricas, como Irán y que, para conseguir llegar a ser casta, pactan con cualquiera que esté en contra de España o que quiera gobiernos a la valenciana y que, además reniegue de los valores de la civilización occidental. Su obsesión es llegar a dominar e instaurar un Politburo, a la imagen y semejanza de la URSS. Para hacernos una idea, recordemos al modelo a imitar, el griego Alexis Tsipras ¡Que nos pille confesados!
¿Qué nos queda para que la vida no siga igual y llevarle la contraria a Julio Iglesias (curiosa coincidencia del apellido)?
Querido lector, si dentro de sus valores figuran, la defensa de la libertad individual, del derecho a una enseñanza en libertad, de la defensa del idioma español, de mejorar la economía disminuyendo drásticamente los gastos políticos (Comunidades Autonomías, Senado, etc.), la independencia de la justicia, la potenciación de la familia, el apoyo a las fuerzas de Seguridad del Estado y a nuestras Fuerzas Armadas, la modificación de la Ley Electoral, el final de los aforamientos, la garantía de un sostenible plan de pensiones (donde las viudas perciban pensión íntegra), la verdadera seguridad de nuestros conciudadanos ante el terrorismo islámico…..
Después de bucear y navegar por todas y cada una de las propuestas de los de la vida sigue igual, he llegado a la conclusión de que, sí usted, tiene en mente varios de esos postulados, debe de analizar el programa de VOX, y llegará a la conclusión de que, sí usted piensa así, ya ha encontrado a quién dar su voto.
Si VOX no está en las Instituciones, nadie defenderá ni hablará de los valores que harán de España un país de gran futuro. Cómo dice el líder del partido, Santiago Abascal, entre todos, tenemos que hacer España grande otra vez.
Y eso está en nuestras manos, y podemos hacerlo. Hay que conseguir que el voto sea útil de verdad. Y el único voto útil es aquel que se hace en conciencia y defendiendo valores intrínsecos.
Cambiemos la letra de la canción de Julio Iglesias. Hagamos que, por el futuro de España, y de nuestros hijos y nietos La vida no siga igual.
































