Jorge Fuentes. Embajador de España.
Hay algo de anómalo en esto de que tres semanas antes de la jornada electoral, empiece una campaña que mañana, tarde y noche, en la prensa escrita, vía internet, por radio y televisión, nos muestre a los candidatos hasta la saciedad.
Pienso que la presentación de los candidatos y sus programas no es algo que debería dejarse para última hora sino que aquellos tendrían que estar presentes permanentemente. El abuso de debates, entrevistas, tertulias etc. puede tener, si acaso, algún sentido para quienes son nuevos en el oficio político, como son algunos de los candidatos, aunque bien es cierto que, tratándose todos ellos de frecuentes tertulianos, nos han salido hasta en la sopa. Es como si ayunáramos durante toda la semana y el domingo comiéramos por siete días.
Pero fíjense que el Presidente Rajoy lleva en la cosa pública cerca de 35 años y sin embargo da la impresión de que para muchos españoles era un perfecto desconocido hasta que hace poco participó en el programa de Bertín Osborne. Viéndole jugar al futbolín, cocinando mejillones o respondiendo a las preguntas sobre sus difuntos madre y hermano menor, sobre su vida familiar y sus años mozos, desveló a todos los españoles el perfil de un hombre bueno y sencillo.
Francamente, nunca había pensado otra cosa de él y me duele que haya habido que recurrir a programas de entretenimiento como el mencionado o también los de Maria Teresa Campos, Calleja o Ebole o incluso programas deportivos para que los candidatos alcanzaran al gran público.
Es evidente que la política ha tenido que echar mano de los programas rosa consciente de que a fin de cuentas y por desgracia son los únicos que todo el mundo ve en nuestra querida España.
¿Quá más nos están descubriendo estos días de campaña?
1. Que según Rovira, la política del PP consiste en salvar al soldado Sánchez ya que con ello no solo se preserva el bipartidismo, sino que se asegura la victoria de Rajoy.
2. Que según Iglesias, en el fondo, lo que el PP está maquinando es la "Operación Menina" de ahí la sustitución del Presidente por Soraya en algunos debates y la aparición de la "vice" compartiendo el ticket en posters y programas.
3. Que Sánchez, sabedor de su derrota, solo busque quedarse en segundo lugar ya que cualquier otro resultado (e incluso ese) daría al traste con su efímera carrera política. De ahí que antes que mostrarnos sus planes, heredados de Zapatero y por tanto nada convincentes, utilice su tiempo para soltar pestes contra sus contrincantes.
4. Rajoy a su vez, sin criticar a nadie (¡Ni siquiera a ZP!) utiliza su tiempo de forma selectiva para mostrar su carácter y su programa, evitando dar cancha a los partidos emergentes y limitándose, como hacen en los países de nuestro entorno, a enfrentarse con el líder de la oposición. Es probable que dentro de cuatro años, Rajoy, o quien entonces sea Presidente, tenga que aceptar la realidad del multipartidismo pero hoy por hoy lo que existe en España y está respaldado por el Parlamento, es el bipartidismo. Sería ingenuo de su parte dar facilidades a sus rivales. Cada cosa a su tiempo.
5. Y por último la campaña nos descubre que las encuestas son erráticas, que el votante anda despistadillo (solo así se explica el altísimo índice de indecisos), que hay sobreabundancia de debates en los que cada candidato repite su ideario de forma crecientemente aburrida y que la victoria o la derrota se cuece en internet según la mayor o menor abundancia de twiteros y sin que tenga mucho que ver con la calidad objetiva del candidato. Escojan seriamente su opción y, sobre todo, no dejen de votar el día 20.






























