Federico Arnau. Comerciante jubilado.
Hemos comenzado el último mes del año con las previsiones de qué hacer durante este puente, preparar las Navidades, que regalos tenemos que comprar, cuánto dinero disponemos para invertir en los fastos, y como todo esto no es suficiente para hacernos pensar, tenemos unas elecciones dos días antes del sorteo de Navidad, que todos esperamos pillar algo, y antes de poder celebrar el premio si nos toca, haber pensado a quien hemos premiado con ser el Presidente del Gobierno que nos gestione los próximos cuatro años o no premiar a nadie siendo ellos mismos quien se apañen sin respetar a la fuerza más votada, o sea, la que más ciudadanos ha depositado su confianza.
La campaña oficial ha comenzado este jueves, con la tradicional pegada de carteles, que en los tiempos que corren ya está obsoleto. Aparte el dinero que cuesta toda esta campaña cuando el ciudadano ya recibe los flases que los políticos lanzan a través de la prensa, informativos radiofónicos o visuales.
Los candidatos a la presidencia se lanzan a ganar la confianza del ciudadano, sometiéndose a participar tanto en programas de TV de diferentes formatos, paseos por las ciudades, compartiendo aperitivos, en fin cualquier cosa que demuestre cercanía.
En un programa con idéntico formato y puesta en escena, participo tanto Pedro Sánchez, como Mariano Rajoy. Lo que transmitieron los candidatos fue muy diferente, Pedro Sánchez fue con el mensaje estudiado y de carretilla, a veces acelerado, con lo que no dejaba intervenir al anfitrión, con lo cual la primera parte fue un monologo con críticas al PP y querer derogarlo todo, sin dar explicaciones él ¿porque? Y cuál sería su propuesta de forma que el televidente pudiese enterarse de los cambios propuestos, la segunda parte ya puestos en cocina la cosa no fue tan tensa, pero al final del programa, yo por lo menos esperaba más y termine agotado, una lástima.
El segundo programa en el que el invitado fue Mariano Rajoy, la primera parte transcurrió distendida, con toques o expresiones naturales cuando se habla con alguien de confianza, con respuestas que te sacaban una sonrisa, más cuando a Rajoy no se le conoce en la distancia cerca y Bertín estaba en su salsa porque se le permitía hacer su trabajo sin estar escuchando un monologo, incluso en la segunda parte puesto también en cocina fue agradable, y el remate con el futbolín, ya lo mas, tanto por las preguntas que le hizo el candidato al presentador , por meterle más goles en su portería como la satisfacción que desprendía Bertín , por como había transcurrido el programa, satisfacción como demostró con Manuel Benítez o Jesulín.
Comparando los dos programas, Mariano Rajoy fue un señor, no critico a nadie, al contrario valoro las buenas notas que Zapatero sacaba donde estudiaba, y también lo señor que fue Rubalcaba, sin embargo no se puede decir lo mismo de Pedro Sánchez.
El chopo de Pablo Iglesias
Los otros dos candidatos con posibilidades a la presidencia, Albert Rivera y Pablo Iglesias visitaron el Congreso de los Diputado en sus puertas abiertas, invitados por la radio. La diferencia entre los candidatos, que próximamente ocuparan un escaño en la cámara, fue evidente. Albert Rivera se comportó correctamente, sin ocupar ningún escaño y visitando el congreso como cualquier ‘ciudadano’. Y Pablo Iglesias se sentó en el asiento del Presidente del Gobierno, que de ser un ciudadano normal sería correcto, ¡pero no el¡, no solo tuvo la osadía de ocupar dicho escaño, si no que se enzarzo en un mitin aprovechando las cámaras y micros de los medios de comunicación, con Celia Villalobos, la cual fue toda una señora y no se cortó nada en ponerlo en el sitio, y como le advirtió Celia al señor Iglesias tendrá que explicar a la ciudadanía, la imputación de su candidata Canaria jueza y su novio con el tema de la UD las Palmas, y el defender la actitud agresiva de su compañero en Andalucía. La sonrisa forzada ante Celia lo decía todo.
Ya en el primer día de campaña hemos tenido a este señor en un mitin en Cádiz, anunciando que en el tiempo que están gobernando en la ciudad ha conseguido bajar la deuda 10.000 millones, tendríamos que ver la hoja contable, eso no es suficiente. Los gaditanos merecen una respuesta más extensa, pero además se infla conque ellos serán el cambio, para eliminar a los señoritos trajeados y con corbata, terminar con los fastos y coópteles.
¿Sr Iglesias se acuerda usted de su presentación? ¡NO! Pues le recuerdo que usted no hizo su presentación en ninguna plaza bajo un chopo como ha dicho en Cádiz, que saldrán a las plazas. Usted se presentó en el Hotel RITZ de Madrid. Donde suele acudir la gente con traje y corbata, y que ninguno de sus contrincantes lo ha utilizado, usted cambio la tienda campaña de la puerta del Sol por los salones del Ritz, no venga ahora con populismos de principio del siglo XX.
Permítame que le recomiende algo, cuando alguien quiere ser presidente de un país como España, sus ciudadanos no deben de ser insultados, porque en el caso de que usted fuese presidente, lo primero que debería de hacer por respeto es arreglarse la boca, cortarse el pelo o llevar la coleta, no importa, pero debería de ir con traje camisa y corbata, España no es un país como el de su amigo venezolano que va con chándal, y así funciona su país, a base de carencias vitales para la ciudadanía con una dictadura feroz y con amenazas de golpe de estado. Y desde luego de ser presidente no debería de poner ministro de educación, a su amigo Monedero, impresentable incluso para impartir clases en la universidad.
Es importante a quien se tiene al lado, usted infiltro a Mónica Oltra en Compromis y esta señora debería de dimitir, los valencianos y sobre todo los castellonenses no merecemos que por parte de esta señora nos cuarte y nos relegue al último puesto de la comunidad. Usted estará contento porque aunque no figure como presidenta manda más ella que el propio presidente.
En cuanto a Castellón señor Albert Ribera, está bien que presente a su candidato al Congreso pero que los demás de la lista no se conozcan ni ellos, que quiera que le diga, pero sobre todo su portavoz Carolina Punset, como se atreve a venir a Castellón a insultar a Castellón, si insultar, para eso no era necesario, se hubiese podido quedar en Altea que allí esta estupenda. Una señora de raíces Catalanas y que solo hace 15 años que está en la Comunidad Valenciana y no conoce nada de Castellón se atreve a cuestionar el aeropuerto de esta provincia indispensable para su desarrollo, tratándolo de disidía, y que usted señor Ribera apoya, sin embargo apoya el corredor Mediterráneo, evidentemente, porque el corredor si o si tiene que pasar por Castellón, pero si se pudiese desviar por Teruel, ya le digo que por aquí ni agua, y sabe usted que el principal defensor del corredor y anfitrión de los alcaldes de las provincias afectadas, fue el alcalde de Castellón Alberto Fabra, Ex presidente de la Comunitat Valenciana y Senador en estos momentos por designación autonómica. Creo señor Albert Ribera que merecemos algo más de sensatez, no decir como ya está hecho habrá que hacerlo rentable.
Como este mes es calentito continuaremos la próxima semana.






























