José Antonio Rodríguez. Asesor Fiscal.
Esta semana ha saltado a la palestra informativa el tema del derecho a huelga de los estudiantes menores de edad, a raíz de una sentencia emitida por el Tribunal Supremo.
Por exponerlo de un modo breve y en lenguaje entendible, el Partido Socialista promulgó en 2006 la Ley Orgánica sobre el Derecho a la Educación en la que recoge que los alumnos a partir de tercero de la ESO, (14-15 años) pueden ejercer el derecho a huelga, con algún requisito.
Con buen criterio la Generalitat Valenciana del Partido Popular, en uso de las facultades que le concede el Estatuto de Autonomía añadió en un decreto del año 2008 que los menores de edad necesitarán para ejercer este derecho el permiso paterno.
La Confederación Gonzalo Anaya recurrió este artículo a los tribunales, que le dieron la razón y la Generalitat fue al Supremo, pues entendía que lo que hizo estaba bien, resultando que no, que como el legislador quiso que pudieran no asistir a clase sin que fuera considerado falta, sin el permiso de los padres, pues que lo hagan.
Me parece acertadísima esta sentencia, no porque de la razón a quienes impugnaron el artículo que obligaba al permiso paterno por ser menores, vaya majadería, sino porque el legislador socialista así lo quiso y no están los tribunales para enmendar la plana.
La sentencia tiene un muy jugoso párrafo en el que indica que en caso de producirse actuaciones por parte de los menores que fueran constitutivas de actuaciones judiciales se estará a lo que marca el artículo 1903 del Código Civil, que viene a decir que son los padres, y/o titulares de los centros los responsables de dichas actuaciones, ahí es nada.
Puedo negarme a que mi hijo menor vaya a la huelga, el si quiere va, ahora bien, como rompa un contenedor de basura ¿quién lo paga soy yo?
Este artículo hace ocho años que está legislado y casi nadie ha dicho nada y lo que es peor, se le olvidó modificarlo a los populares en la polemizada LOMCE.
Resulta totalmente inapropiado que un menor sin capacidad legal para obrar pueda con catorce años decidir colectivamente no asistir a clase, pues seamos claros el decir que es para reunirse es un eufemismo, lo que hacen es realmente es ir a la huelga fuera del centro educativo.
Es una muestra más de un gobierno para olvidar, el del Sr. Zapatero, donde lo importante era ser los más progres y más liberales; lamentablemente estas actuaciones solo nos indican falta de sentido común y una irresponsabilidad total y absoluta, ya que desautorizan a los padres, todo ello sin eximirles de las responsabilidades que tienen por las actuaciones de sus hijos menores.
La revisión que ha supuesto la discutidísima LOMCE tampoco ha sido fina que digamos, pues se olvidaron modificar temas como este, de cajón y eso que algunos se lo recordamos, pero nada de nada, aquí se legisla en clave electoral siempre y por todos, unos por ideología y otros con demasiados miedos; la historia se repite una vez.






























