Miguel Bataller. Ciudadano del Mundo y Jubilado.
Parece ser que en Europa existen esas dos clases de Estados que pugnan entre ellos para arrimar el ascua a su sardina.
Los ‘Estados Hormiga’ a lo largo de muchos años de ser austeros y buscar una administración estricta de sus recursos, han conseguido mantener un equilibrio adecuado en sus cuentas, y a fin de consolidar una Europa Unida, han ido financiando a los ‘Estados Cigarra’, y como consecuencia de ellos mientras unos se han dedicado a despilfarrar sin límites en gastos improductivos los recursos de iban recibiendo, los otros seguían financiando sus dispendios, incrementando paulatinamente los intereses de sus prestamos, siempre de mutuo acuerdo entre acreedores y deudores.
La pregunta debería de ser llegados a este punto:
¿Quién era mas responsable del caos que se estaba generando, los ‘Estados Cigarra’ (Grecia, Chipre, Portugal, Irlanda, Italia y España fundamentalmente)) o los ‘Estados Hormiga’ (Alemania, Benelux, Francia y Escandinavia)?
Los mal pagadores acusan a los acreedores de haberse excedido en los intereses de los capitales aportados y exigen una renegociación de los tipos o una merma de las deudas.
Los acreedores exigen que se cumplan los términos de lo pactado, y así se han venido expresando ininterrumpidamente desde hace ya varios años, llegando a acuerdos que se han ido cumpliendo en todos los Estados Hormigas, hasta ahora que Grecia parece recurrir al democrático método de votar antes de solucionar el problema de una deuda asfixiante.
Y en ese ‘mare magnum’ griego se presenta como partido adalid de renegociar la deuda griega en términos mucho más favorables para los griegos un partido de extrema izquierda SYRIZA.
Si el nivel de desempleo y desesperación social es elevado en España, en la península helénica lo es mucho más, por eso el voto de toda esa masa social efervescente y decepcionada del socialismo y del centro derecha griegos, va a respaldar lo que yo confiero que va a ser un suicidio nacional griego, generado por la corrupción y voracidad de unos políticos insensibles hasta ahora y la irresponsabilidad de SYRIZA, que no teniendo nada que perder y si algo que ganar, no le importa quedarse fuera de Europa, con un regreso a un dracma hundido en la miseria, que puede llevar a todo el país a un estado de pobreza irrecuperable.
Ellos tratan de adoptar esa posición de fuerza, pensando que Alemania y los restantes países acreedores de la Deuda Publica griega, van a preferir recuperar algo de lo invertido, antes de convertir en bonos basura el total de su deuda.
Los acreedores con buen criterio razonan, que mas vale perder….que perder mas, y saben que de ganar SYRIZA en Grecia, se convertiría en un pozo sin fondo y la aportación de capital a su causa sería ingente y de difícil recuperación.
Y en ese dilema se tiene que expresar la ciudadanía griega en unos quince días.
Al parecer la postura de Merkel es definitiva, y no va a ceder ni un ápice, convencida de que ha llegado a su límite.
Alexis Tsipras líder del SYRIZA, se ampara en su equivalente español PODEMOS, como queriendo generalizar sus teorías al resto de los “Estados Hormiga” del sur de Europa.
Y en ese dilema estaremos viviendo en las próximas dos semanas, en las que sin comerlo ni beberlo se va a decidir en el Mar Egeo algo que puede afectarnos muy seriamente, ya que ese cáncer institucional que representaría la ruptura de la Europa Unida con la salida de Grecia, acabaría pasándonos factura a nosotros también al ser a la vez Tenedores de un porcentaje sensible de la Deuda Griega y a la vez Deudores de los demás Estados Hormiga, que detentan un volumen muy importante de nuestra Deuda Publica, es decir que nos encontraríamos entre dos fuegos.
De siempre he sido conservador, desde muy joven y entre mis principios éticos el hacer frente a todos mis compromisos adquiridos ha sido una norma de vida.
Por eso se me hace muy difícil no tomar partido en esta batalla, en la que no va a haber ni ganadores ni perdedores, porque vamos a perder todos.
En todo caso, si alguien va a ganar algo, van a ser esos politiquillos oportunistas que ni arriesgaron nada antes aportando su capital, ni lo van a hacer ahora llevándonos a la ruina, pues de la nada salen y a lo que se arriesgan es a volver a esa nada.
Pero si logran acojonar a los acreedores se van a colgar todas las medallas, pero no por ello van a solucionar nuestros problemas, porque la deuda seguirá persistiendo y veremos las condiciones en las que se puede pactar una refinanciación.
La diferencia estará en que serán ellos los que la negocien y sin duda esperan sacar muy buena tajada, como lo hicieron sus predecesores.
Como bien dice el refranero valenciano:
‘De moliner cambiaras, pero del lladre no t´escaparas’.
