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martes, 23 de diciembre de 2025 | Última actualización: 11:27

Cándido Méndez: cinismo supino

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Miguel Bataller. Ciudadano del Mundo y Jubilado.

Quienes me leen y siguen mis artículos desde hace tiempo, conocen sobradamente mi aversión hacia el sindicalismo español, aunque saben perfectamente que me parece que en las sociedades occidentales bien articuladas es un elemento indispensable y moderador, positivo en todos los conflictos socio-laborales.

Pero en la ‘España de los funcionarios’ en términos generales, el sindicalismo es el mayor exponente de lo que no deben de ser los sindicatos en una democracia moderna.

Los hemos convertido sin ninguna razón aceptable, en un cuerpo seudo funcionarial financiado por dinero público, manejado por cuatro vividores que han encontrado en ellos su ‘modus vivendi’ para vegetar como componentes privilegiados de una sociedad adormecida sin dar palo al agua, y lo que es peor sin preocuparse lo mas mínimo por los intereses de los trabajadores a quienes dicen representar.

Como no dependen de esos trabajadores para nada, ni cobran de los fondos que aportan con sus cuotas, se convierten en artistas invitados a la parodia nacional, desempeñando el papel  que les asigna en cada momento el ejecutivo.

Cuando gobiernan las izquierdas sus manifestaciones e incluso huelgas suelen montarlas contra el empresariado, y cuando lo hace la derecha reparten las responsabilidades entre el Gobierno y las organizaciones empresariales.

Cuando se llega a situaciones tan extremas como la presente, en la que ocho años de desgobierno socialista hundieron la economía del país, y tres de  presencia popular al frente del ejecutivo, intentan sacarnos del pozo, callan prudentemente y esconden su cabeza bajo el ala de su colaboracionismo con el PSOE, asustados por las responsabilidades que les pueden imputar en muchos de los casos de corrupción sindical que están apareciendo día a día.

Y en estas circunstancias, se gesta la entrevista que tuvo lugar el 14 de Diciembre a Candido Méndez en Chester, llevada a cabo por Risto Mejide.

Ni uno ni el otro son santo de mi devoción, pero al verla anunciada me senté ante el televisor, para poder opinar después, con conocimiento de causa.

Y el presentador estuvo a un nivel aceptable, pero el entrevistado hizo un alarde de cinismo y tergiversación de los hechos, inaceptable para cualquiera que viera el programa.

Y como muestras sólo algunos botones, en los que apoyaba sus argumentos de defensa:

1º) La UGT y los Sindicatos españoles en general, están tan descentralizados que a su Secretario General le resulta imposible supervisarlo todo y no se le pueden imputar los delitos cometidos por los responsables de algunas de sus confederaciones o sectores de actividades en cada una de ellas.

2º) Si un representante sindical de los mineros de HUNOSA, al sentirse descubierto blanquea mas de un millón de euros en una de las oportunidades que le brinda el Gobierno, justificándola como un “Pujol cualquiera”, en una herencia recibida de una madre que tenía un bar en un pueblo de apenas mil habitantes, casi lo encuentran viable, aunque acaban expedientándole ante el clamor popular.

Recurso elemental para justificar su incompetencia.

3º) Que un tal Lanzas, conocido como el ‘Conseguidor’ del socialismo y el  sindicalismo andaluz duerma sobre un colchón relleno de billetes de euros, y sea juzgado y encarcelado por las trapacerías llevadas a cabo con la mayor impunidad durante muchos años, lo elude con el simple comentario de que cuando se descubrieron los delitos, ya no ocupaba ningún cargo de responsabilidad sindical en UGT, y se queda tan campante.

¿Acaso si sus delitos acumulados durante muchos años fueron llevados a cabo mientras tenía responsabilidades sindicales, se debe dejar al sindicato y a su Secretario General al margen?

4º) Cuando Risto le habla de un tal Ricardo Martinez que siendo Secretario General de la UGT en la Comunidad Madrileña además de tener unos ingresos elevados por ser Consejero de Caja Madrid primero y luego de Bankia, usó y  abusó de una tarjeta de crédito de las llamadas ‘Black’ (en dinero negro) para sus propios gastos personales sin el menor recato, se sale por la tangente diciendo que ya ha presentado su dimisión.

A él le parece bien que la haya presentado después de descubiertos sus delitos, pero seguramente a los españoles nos hubiera parecido mejor que se hubiera ocupado de fiscalizar desde su puesto de Consejero todos los delitos que se llevaron a cabo siendo él componente de Bankia, en vez de decir que no se enteraba de nada.

Si no se enteraba de nada:

¿Qué justificación tenía su presencia en el Consejo?

¿Tan torpe e ignorante era que no sabia que el uso de su tarjeta para gastos personales era delictivo?

Por lo visto don Cándido desde su responsabilidad, tampoco se lo advirtió a Ricardo.

Y para colmo de ese ejercicio de cinismo sindical, ahora que la UGT está hecha unos zorros y desprestigiada al máximo, nos anuncia su retirada.

Pero no es una dimisión con efecto inmediato, sino que avanza que no se presentará a la reelección dentro de dos años.

Es decir por lo visto necesita dos años para limpiar cualquier rastro de corrupción o de responsabilidad en sus acciones u omisiones, a fin de poner fin a 20 años de un ejercicio irresponsable y lamentable al frente de ese “servicio público socialista” pagado por todos los españoles con dinero de nuestros impuestos.

Descanse en paz señor Méndez, si su conciencia lo permite.