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martes, 23 de diciembre de 2025 | Última actualización: 21:32

Elecciones autonómicas

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Ha empezado el ciclo electoral autonómico que partiendo de Extremadura el pasado domingo, continuará en Aragón, Castilla León y Andalucía a partir del mes de febrero próximo.

Cada elección es regateada por los partidos como si de unas generales se tratara. Y es normal que así sea puesto que los resultados de cada ejercicio van marcando la ruta que probablemente eclosionará en las próximas legislativas marcando el camino del vencedor (o vencedores) y los perdedores.

Por mucho que se quiera discutir el resultado lo cierto es que el vencedor en Extremadura ha sido el PP de María Guardiola, que ha obtenido 29 escaños, uno más que en las pasadas elecciones aunque a cuatro de distancia de la mayoría absoluta. También se sienten vencedores Vox con 11 puntos -más que duplicado los resultados de 2023- y Unidas Podemos con 7 escaños. En realidad el único perdedor claro ha sido el PSOE que ha perdido diez puntos quedándose con el peor resultado de todos los tiempos democráticos.

Como suele ocurrir, el PSOE se esfuerza en subrayar que la gran perdedora es Guardiola ya que adelantó estas elecciones para intentar alcanzar la mayoría absoluta, alejándose cuando fuera posible de Vox y evidentemente no ha conseguido ni una cosa ni otra. El que no se consuela es porque no quiere.

Pensar que el resultado de Extremadura es extrapolable a otras Autonomías no es correcto. En realidad el caso extremeño era muy particular ya que el candidato Miguel Ángel Gallardo estaba imputado y no retiró su debilísima candidatura para no dejar en evidencia el vergonzoso arreglo a que se había llegado con el hermanísimo David Sánchez.

Es cierto que el PSOE se encuentra en plena caída libre y que difícilmente sus candidatos van a poder obtener buenos resultados aunque sin llegar a los límites que acabamos de presenciar en los 388 municipios con que cuenta la autonomía extremeña.

Como los propios lideres populares reconocen, lograr una mayoría absoluta cuando Vox alcanza niveles próximos al 20% de votos resulta empresa casi imposible como lo resultó también cuando el bipartidismo se transformo en una contienda entre partidos múltiples.

De lo que se trata desde la derecha es de no aceptar el chantaje a que le quiere someter la izquierda que busca desacreditarlo al hablar de la extrema derecha y la derecha extrema como si ambas fuerzas fueran descartables.

Lo cierto es que en el flanco conservador de España se encuentran dos partidos -el PP y Vox- ambos mucho más respetuosos con la Constitución y la democracia que lo son la mayoría de los partidos de izquierda, que al menos desde hace siete años se encuentran gobernando al país.

En modo alguno debe aceptarse una tal exclusión de la derecha. Otro asunto a resolver es que la derecha se encuentra más dividida que la izquierda , por la sencilla razón de que Vox se encuentra con energía suficiente para provocar el sorpasso y llegar a gobernar el país, como en su día lo intentó Podemos desde la izquierda y Ciudadanos desde el centro.

De ahí que a Vox no le baste con desplazar al PSOE sino que quiere también superar al PP y alcanzar el poder como lo está consiguiendo en muchos países de Europa y del mundo.

La operación es muy difícil, en todo caso porque a Vox le costaría aun más que al PP conseguir mayoría absoluta y tendría que contar con alianzas, la más probable de las cuales sería con el PP que hoy por hoy es el único partido partido que puede derribar al sanchismo y acceder a la Moncloa.

Respecto a las próximas elecciones autonómicas, ninguna se presenta tan sencilla como la extremeña en que el candidato socialista estaba francamente touché. Y no es que María Jesús Montero, Pilar Alegría o Carlos Martínez gocen de algún prestigio. Las dos primeras vienen muy desgastadas por sus años de gobierno y el tercero es un perfecto desconocido para el gran público. Al menos hasta el momento ninguno de ellos está aun imputado. Todo se andará.