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viernes, 5 de diciembre de 2025 | Última actualización: 22:44

¿Quién se sube a tu autobús? Descúbrelo

Tiempo de Lectura: 3 minutos, 27 segundos

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Hay mucha gente que no entiende que no se puede construir un buen equipo si no selecciona bien qué personas se suben a su autobús (empresa).

Y para decidir bien quién sube a tu autobús hay que hacer una selección por valores. No obstante, más allá de tus propios valores, para mí personalmente hay tres valores imprescindibles para subirse al autobús:

1. Humildad.

No es pensar menos de uno mismo, sino pensar menos en uno mismo. Quien no reconoce errores, quien no pide feedback o quien se pone la medalla cuando el mérito es colectivo, debería bajarse en la siguiente parada. La humildad es lo que permite aprender, mejorar y colaborar en un equipo, dejando a un lado los egos.

2. Hambre.

No hablamos de hambre literal (que te conozco), sino de ese empuje interno que tienen las personas comprometidas. Las personas con hambre no esperan órdenes para actuar, ni precisan tener al jefe detrás. Proponen, buscan, se anticipan. No porque tengan miedo al jefe, sino porque tienen interés por hacer las cosas bien.

3. Empatía.

Saber conectar con los demás. Tener tacto, leer entre líneas, saber cuándo apretar y cuándo apoyar. Si alguien no se preocupa por sus compañeros, probablemente tampoco lo haga por los clientes. Y eso, acaba saliendo caro.

¿Y si falta alguno de estos ingredientes? Entonces aparecen las siguientes combinaciones.

¿A ver si conoces a alguien así en tu equipo? (Te leo en comentarios).

☑️ El “Don Buenazo” (Humilde + Empático, pero sin Hambre)

Buena persona, cae bien a todo el mundo, se lleva bien con el equipo, pero no tira del carro ni aunque le pongas un motor. Le falta drive. No es tóxico, pero puede lastrar al grupo si nadie le activa.

¿Qué hacer? Ayudarle a encontrar propósito o tareas que le motiven. A veces el hambre está, pero está dormido.

☑️ El “Señor Súper-yo” (Hambriento + Empático, pero sin Humildad)

Produce, conecta, pero siempre necesita tener razón. No acepta críticas, no aprende de los demás, y el "yoísmo" le pierde.

¿Qué hacer? Trabajar desde el coaching en autoconciencia y humildad. El talento sin humildad, acaba aislado.

☑️ El “Currante Silencioso” (Hambriento + Humilde, pero sin Empatía)

No se lleva mal con nadie, ¡porque no se lleva con nadie! Trabaja mucho y bien, pero no conecta. Sus formas a veces generan tensión.

¿Qué hacer? Desarrollar habilidades sociales y de comunicación. Con técnica y práctica, todo mejora.

☑️ El “Buen Samaritano” (Sólo Humilde)

No molesta, no destaca. Ni frío ni calor. Le cuesta encontrar su sitio y no tiene ni hambre ni empatía.

¿Qué hacer? Detectar si es una etapa puntual o un patrón. Si es lo segundo, no debería haber subido al autobús.

☑️ El “Alma de jefe” (Sólo Hambriento)

Ambicioso, currante, pero va como un pollo sin cabeza. No escucha, no conecta, no aprende. Y eso a la larga explota.

¿Qué hacer? Solo si es moldeable, merece la pena. De lo contrario, suele generar más problemas que resultados.

☑️ El “Amoroso pero rebelde” (Sólo Empático)

Es el confidente del grupo, sabe escuchar, pero no se implica en los objetivos. ¡Cuidado con esta figura! Porque aunque suena a “guay”, puede generar “parálisis dulce”.

¿Qué hacer? Reforzar el compromiso con el proyecto y exigir implicación.

No te hablo del que no tiene ninguno de los tres, "El camaleón despistado", aunque también los hay. Suelen camuflarse bien, pero pronto intoxican al resto. La solución, es bajarlos en la siguiente parada.

Quizás, al leer esto, pusiste nombre a más de un miembro de tu equipo. O incluso, te has visto reflejado en uno de ellos. Bien, ese es el primer paso. Y si te estás preguntando, ¿cómo hacer para tener más gente con valores en tu equipo? Pues ahí es donde subo yo al autobús

Porque trabajar estas competencias no es magia, implica metodología, práctica y acompañamiento.

¿Viajamos juntos al éxito?

www.javiergimenezdivieso.com