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viernes, 19 de diciembre de 2025 | Última actualización: 13:04

Lo fácil es mandar... otra cosa es que tu equipo quiera seguirte

Tiempo de Lectura: 3 minutos, 52 segundos

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¿Por qué en muchas empresas reina la desmotivación, la apatía y el “trabajo por obligación”? Quizás la respuesta esté en quién —y cómo— lidera el barco …
Según los datos que he podido analizar en mi investigación doctoral sobre liderazgo y satisfacción laboral, la relación entre el estilo del líder y el bienestar del equipo es tan directa como reveladora. De hecho, podríamos decir que cada tipo de liderazgo genera un “clima emocional” distinto en la organización.
Y en esto no hay suposiciones. Hay datos. Y los datos cantan por sí solos. En menos de dos minutos te cuento en este nuevo artículo para Castellón Información algunos hechos reveladores.
¿Quieres saber más? (Sigue leyendo)

EL ESTILO LAISSEZ-FAIRE, EL MÁS USADO PERO EL MENOS EFECTIVO

¿El estilo de liderazgo más frecuente en las empresas analizadas? El laissez-faire (es decir, dejar hacer), con un 37% de los casos.
¿La satisfacción laboral media de quienes lo sufren? Solo un 2,16 sobre 3. La más baja de todos los estilos.
Y aquí viene lo paradójico. ¡Es el estilo más común! Como si liderar consistiera en dejar a la gente a su bola y cruzar los dedos para que todo funcione. Spoiler: no funciona.


TRANSFORMACIONAL + LAISSEZ-FAIRE = LA MEJOR COMBINACIÓN

Ahora bien, cuando al laissez-faire se le suma un ingrediente mágico como el liderazgo transformacional (es decir, aquel que inspira, motiva y moviliza), la cosa cambia.
Esta combinación obtiene la nota más alta en satisfacción: 2,36. El dato no miente: cuando hay visión, cercanía y ejemplo, el equipo responde.
En cambio, los estilos puramente transaccionales (centrados solo en objetivos y recompensas) también obtienen puntuaciones bajas en satisfacción (2,17) y apenas son representativos en la muestra (6%).

LÍDERES QUE DEJAN HUELLA O QUE DEJAN EL CARGO

Estos hallazgos nos devuelven al sentido común (ese que a veces se pierde entre tanta métrica): liderar no es mandar, ni tampoco desaparecer. Liderar es acompañar, inspirar, marcar un rumbo claro, pero sin atosigar.
Y aquí es donde muchos directivos se pierden. Porque liderar bien implica salir de la comodidad, poner foco en las personas y practicar esa mezcla tan potente y a la vez difícil de equilibrar exigencia con humanidad.
No es casualidad que los equipos con líderes transformacionales (ya sea en estado puro o combinado con el laissez-faire) sean los más satisfechos, como he podido descubrir de mis primeras conclusiones. En el fondo, buscan algo muy humano: alguien que los escuche, les rete y les cuide.

Y TÚ, ¿ERES ESE TIPO DE LÍDER?

La gran pregunta no es qué estilo de liderazgo tienes, sino si ese estilo genera compromiso y bienestar o desidia y rotación.
Por eso, el reto hoy no es liderar más, sino liderar mejor.
Si quieres profundizar en esta temática, estaré dando una charla muy especial en el Hub Empresa del Banco Sabadell sobre talento, liderazgo y compromiso, donde hablaremos de estos y otros temas que importan (y mucho) a las empresas de hoy.

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A MODO DE RESUMEN:

  1. El estilo laissez-faire es el más frecuente, porque probablemente se ha pasado del control en exceso a la libertad total, haciendo el péndulo y curiosamente es el menos efectivo. Por cierto, ¿ves alguna similitud en como los padres de hoy crían a sus hijos y como lo hacían los nuestros?
  2. Las combinaciones de estilos de liderazgo con liderazgo transformacional son las más valoradas. Y es que el liderazgo transformacional es un estilo que se basa en la inspiración, la motivación y el desarrollo de los miembros del equipo. El líder transformacional no se limita a dirigir tareas, sino que moviliza a las personas hacia una visión compartida, fomenta la innovación, y actúa como ejemplo (role model) de compromiso, valores y crecimiento.
  3. El liderazgo no es un rol técnico, es una responsabilidad emocional. Y es que en realidad, el verdadero liderazgo no se ejerce desde la cabeza, se ejerce desde el corazón. Porque cuando lideras, estás gestionando emociones, expectativas, miedos, ilusiones. Por eso, liderar es un acto de responsabilidad emocional. Porque las personas no necesitan un jefe que lo sepa todo. Necesitan a alguien que les haga sentirse valiosas.

Si quieres saber más sobre cómo mejorar tu liderazgo y transformar a tu equipo, echa un vistazo también a mi libro 'Viajando juntos al éxito', disponible en mi web: www.javiergimenezdivieso.com.