El Ayuntamiento de Almassora ha dado un paso decisivo en la conservación y puesta en valor del entorno del puente de Santa Quitèria, una joya de nuestra historia y paisaje. Con el inicio de las obras, sumamos a nuestro legado cultural una apuesta clara por el turismo sostenible, la accesibilidad y la sostenibilidad.
Gracias a una subvención europea incluida en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, esta intervención clave para el entorno de este puente de estilo gótico, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), cuenta con una inversión cercana a los 2,5 millones de euros.
Esta actuación va mucho más allá de una mera reforma, ya que busca transformar este enclave que tanto valor histórico y sentimental encierra para los almassorins. El objetivo es rehabilitar el albergue y el bar existentes, convirtiéndolos en espacios funcionales para atraer visitantes; adaptar la plaza-mirador, digitalizar las instalaciones, poniendo el acento en la eficiencia energética, y recuperar el entorno fluvial junto al río Millars, con un enfoque paisajístico y turístico.
Este proyecto, en un enclave único, se integra dentro de la hoja de ruta turística de Almassora, alineada con el galardón al sendero azul del río Millars, una distinción que refuerza nuestra vocación por el turismo activo, educativo y ambiental. Contamos con multitud de atractivos para posicionarse como destino singular en el turismo natural.
La apuesta de este equipo de gobierno, alineada con políticas europeas de recuperación y sostenibilidad, nos permite transformar este espacio emblemático en un atractivo turístico de valor.
Almassora está construyendo un modelo turístico del siglo XXI: activo, responsable y conectado con su identidad. Gracias a iniciativas como el Sendero Azul y el proyecto de Santa Quitèria, logramos compaginar la preservación del patrimonio con el desarrollo local. Se trata de transformar Almassora en un destino donde naturaleza e historia converjan para crear experiencias memorables.
