Cada municipio adapta las medidas a sus necesidades sociales y económicas, con asesoramiento científico y técnico, y con el objetivo de avanzar hacia una gestión más justa y sostenible
Los ocho municipios que forman parte del Consorcio Reciplasa han articulado más de una veintena de bonificaciones con el objetivo de mitigar el impacto económico de la tasa de residuos tanto para familias como para empresas. Así se puso de manifiesto en el Consejo de Administración celebrado en Burriana, donde se destacó la importancia de adaptar las tarifas a la realidad social y económica de cada localidad.
El presidente de Reciplasa, Sergio Toledo, subrayó el compromiso de los consistorios: “El esfuerzo por diseñar acciones técnicas y sociales a medida demuestra la sensibilidad con la ciudadanía, sobre todo en tiempos de dificultad”.
Por su parte, el gerente del consorcio, Fernando Albarrán, hizo hincapié en que una correcta separación de residuos ayudaría a reducir costes de tratamiento y, en consecuencia, a bajar las tasas: “Reciclar bien beneficia al medio ambiente y también al bolsillo de los vecinos, sin perjudicar al empleo en la recogida ni en las plantas de tratamiento”.
Bonificaciones ajustadas a cada realidad municipal
Cada ayuntamiento ha diseñado su propia estrategia. En Castelló de la Plana, la capital, las tarifas se aplican por tramos según el valor catastral, y se contemplan bonificaciones para familias numerosas, usuarios habituales de ecoparques y quienes domicilien el pago.
Vila-real ha desarrollado un modelo técnico con 10 epígrafes y hasta 12 tramos distintos, además de aplicar una bonificación del 95 % para personas en riesgo de exclusión. En Almassora, se apuesta por una tarifa única para viviendas y un sistema según superficie para los locales, además de implementar un Programa de Inspección Técnica de Residuos (ITR).
Benicàssim, por su parte, estructura las tarifas en función de superficie y tipo de uso, e incluye bonificaciones para familias numerosas y personas vulnerables. En Burriana, se aplican reducciones por metros cuadrados y casos especiales, reflejando un enfoque inclusivo.
Onda ajusta las tarifas a través de coeficientes sobre la actividad comercial, mientras que L’Alcora amplía las bonificaciones a colectivos como jubilados y familias monoparentales. Finalmente, Betxí destaca por introducir tramos diferenciados según el uso estacional de las viviendas y por contemplar expresamente la exención por pobreza legal.
Ciencia al servicio de la gestión
El Consejo contó con la intervención del catedrático Antonio Gallardo Izquierdo, de la Universitat Jaume I, que aportó una ponencia clave sobre el modelo de tasas municipales. Gallardo insistió en la necesidad de seguir avanzando hacia sistemas de gestión de residuos más eficientes y sostenibles, alineados con las tendencias europeas y con el conocimiento técnico más avanzado.
Reciplasa refuerza así su papel como organismo de coordinación y asesoramiento, ayudando a los municipios a avanzar hacia una mayor equidad y eficiencia en la gestión de residuos urbanos.

















































