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viernes, 19 de diciembre de 2025 | Última actualización: 17:28

El debate ignorado

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Rafa Cerdá Torres. Abogado.

Ha tenido lugar esta pasada semana, y apenas ha dejado más estela mediática que las consabidas encuestas preguntando por quién de nuestros insignes políticos he acreditado mayor grado de brillantez, y el chorreo de medidas que procuran captar la atención del sufrido conglomerado patrio, que por algo se vislumbran las elecciones al Parlamento Europeo en escasos tres meses. Por si no  adivina el amigo lector a qué acontecimiento me refiero, recordar que durante tres días, el Congreso de los Diputados ha acogido el Debate sobre el Estado de la Nación. El evento parlamentario por excelencia dentro del calendario del poder legislativo, y que por razones del lógico desencanto del personal hacia la clase político su grado de interés social ha sido sencillamente nulo.

Y es una verdadera pena, ya que el Debate permite conocer de primera mano el grado de solidez del gobierno así como medir la capacidad de ofrecer una alternativa sólida frente al partido gobernante. Este año el resultado era el esperado: Mariano Rajoy ha sacado pecho, mucho pecho  habida cuenta que la economía española empieza a dar señales de vida. A nivel de grandes magnitudes, claro está. Al nivel del común de los ciudadanos la cosa sigue estando muy malita. Rajoy no se ha movido de los datos macroeconómicos que presenta como logros propios, se ha puesto estupendo cara a la campaña electoral que viene, y el lado oscuro de su gestión, ni mentarlo. Alfredo Rubalcaba por su parte, como líder de la oposición olvidó hacer su papel, confundiendo el hemiciclo parlamentario con un mitin electoral. Resultado: mucha demagogia y una enorme capacidad de olvido...muchos de los problemas sociales que ahora pretende achacar al actual gobierno, justamente tuvieron su origen y máximo desarrollo gracias a la ineptitud desplegada por  el Gobierno del P.S.O.E. más nefasto de la historia de la reciente democracia (¿recuerdan cuándo era antipatriótico decir que España estaba en crisis allá por el año 2008, y que el cataclismo económico que se llamaba a la puerta sólo se trataba de una "desaceleración del crecimiento"?...)

Los demás partidos a la suyo: Izquierda Unida exhibiendo músculo como consecuencia de los buenos datos que las encuestas le dan, sin decir tampoco Cayo Lara esta boca es mía, cuando su referente de modelo económico y social, la bolivariana Venezuela agarrada de la mano de la cristina Argentina, se encuentra al borde del colapso con una inflación galopante, una práctica carestía de los productos básicos y con un despliegue de autoritarismo verdaderamente escandaloso. UPyD y su portavoz Rosa Díez marcó un magnífico discurso en materia antiterrorista pero a mi juicio, navegó en la total indefinición en todo lo demás. A veces parece que nos riña y todo. Los nacionalistas catalanes y vascos a lo suyo, parapetados en sus murallas por mucho que usen argumentos del siglo XXI.

En definitiva, un Debate de una Nación que entra en barrena electoral, y que ha sido una plataforma para lanzarnos las primeras consignas que recogerán los candidatos al Parlamento Europeo. Una institución de la que poco conocemos, y que funciona como un destino "de consolación" de aquellos líderes que abandonan la primera línea de la batalla política: un buen sueldo, escaso trabajo y una estupenda proyección en foros internacionales. Aunque ojo, el Debate de la Nación a celebrar el año que viene se prevé calentito, en el 2015 se superponen las elecciones autonómicas y municipales en el mes de mayo, y las generales en noviembre. Sendos procesos electorales que revestirán de una importancia muchísimo mayor que las elecciones europeas, y que el voto protesta que pueda darse en éstas últimas, será un voto de la ciudadanía mucho más genuino, y a buen seguro con una participación popular importante. Frente a la apatía generada por la celebración del Debate, las elecciones del 2015 deberán tener toda nuestra atención como ciudadanos, nos jugamos mucho y en ellas no valdrá manifestar ignorancia.