Marta Barrachina. Alcaldesa de Vall d’Alba. Diputada provincial. Presidenta provincial del PP de Castellón
Ximo Puig ya no puede disimular el poco interés que tiene por Castellón. Al Molt Honorable parece no importarle nada los problemas, las necesidades y las inquietudes de los castellonenses. No ha logrado empatizar con los ciudadanos de a pie ni emocionarse con sus alegrías o sus tristezas. A Ximo Puig parece no interesarle mucho lo que pasa por esta parte de la Comunitat Valenciana.
El azulejo pide ayuda. También pide ayuda el campo. Y hasta el sector turístico necesita apoyo y no tasas recaudatorias. Es más, muchos ciudadanos -cada vez, más- ni tan siquiera pueden pagar la factura de luz… Pero Ximo Puig mira hacia otro lado, como si la cosa no fuera con él. La economía castellonense está al borde del abismo pero Ximo Puig vive aferrado a su sillón y, parafraseando al poeta Marío Benedetti, desde las ventanas de su despacho en el Palacio de Benicarló, “villa miseria no está visible”.
La última, o mejor dicho, la penúltima, del presidente de la Generalitat es que mientras en el Estadio de la Cerámica, en Vila-real, el Villarreal peleaba contra el Bayern para garantizar su pase a las semifinales de la Champion League, Ximo Puig pasaba olímpicamente de la afición ‘grogueta’, del sentimiento de todo un pueblo y de toda una provincia, para ir a Madrid a apoyar al equipo merengue, que jugaba contra el Chelsea…
Ximo Puig es antes del PSOE que de la Comunitat Valenciana, antes del Madrid que del Villarreal… Lo que hace falta son más naranjas de nuestra tierra, menos chiringuitos y menos subvenciones a la familia. I au!


































