Begoña Carrasco. Portavoz y presidenta del GMP de Castellón.
Cuarenta días, exactamente 40 días llevamos los españoles confinados en nuestras casas. Seis semanas que se han llevado a más de 22.000 personas por delante –vaya de nuevo mi recuerdo hacia ellas y mis condolencias a todos sus familiares y allegados-- y muchas más que ni siquiera están contabilizadas, casi 9.000 más solo con los datos que manejan Madrid y Cataluña. Demasiadas víctimas, demasiado dolor. Y demasiada improvisación por parte de quienes nos gobiernan. Más coordinación y menos propaganda, que de esa vamos sobrados.
Han pasado ya seis semanas, que empiezan a pesar en el ánimo de todos, sobre todo porque vemos cómo los contagios no se frenan de ninguna manera. ¿Por qué no explican el motivo de que cada día se siguen produciendo en España del orden de 5.000 nuevos contagios? ¿O es que no lo saben? Si no conocemos las causas por las que se propaga el virus nunca lograremos controlar la epidemia de coronavirus en España. Blanco y en botella.
En el ámbito municipal, seguimos igual que la semana pasada, que la anterior, que la anterior de la anterior… Todavía no se ha aprobado ni una sola de las medidas sanitarias, económicas y fiscales que necesitan los castellonenses. Todo está en el mismo punto. No solo es que el equipo de gobierno municipal reacciona de forma lenta, muy lenta, sino que además, va a llegar tarde. Cuando todos los ayuntamientos de esta provincia llevan desde el primer día adoptando medidas para paliar los efectos de la crisis que ha supuesto la epidemia del Covid-19, en Castellón no hay todavía nada.
Y tampoco nos sorprende, teniendo en cuenta que ahora mismo los partidos del (des)Acord de Fadrell están más divididos que nunca. La parálisis en la toma de decisiones responde única y exclusivamente a su falta de consenso. Y así no se puede avanzar.
En el pleno de ayer volvimos a tender la mano al equipo de gobierno con el fin de consensuar las medidas para ayudar a los castellonenses. Desde el primer día hemos estado trabajando y haciendo propuestas para ofrecérselas, sin que hayan sido tenidas en cuenta hasta el momento. Por eso no deja de resultar llamativo que el PSOE ahora quiera constituir una mesa de negociación. Bienvenida sea pero… ¿40 días después? El Partido Popular de la ciudad no va a entregar ni cheques en blanco ni está dispuesto a ser utilizado en esta comisión para tapar la exasperante falta de decisiones y medidas en el Ayuntamiento de Castellón. Sí a trabajar por los castellonenses, pero no a ser utilizados en la ceremonia de la Casa de los líos que los tres partidos del Acord de Fadrell han extendido a la gestión en la capital de la Plana.
Lealtad y responsabilidad sí. Sumisión y censura, jamás.
Nuestras cartas están sobre la mesa y boca arriba. Todos los castellonenses conocen ya nuestras medidas. Han tardado 40 días en querer sumar. Ahora, esperamos que no tarden 500 noches para llegar a acuerdos. Los vecinos de nuestra ciudad no pueden esperar.

































