El PP saca adelante cómodamente sus presupuestos para un ejercicio que marcará la antesala de las elecciones
El Grupo Popular en Diputación ha sacado cómodamente sus presupuestos para el 2018 con solo tres votos en contra, en la antesala de un año que se presume complicado y antesala de las elecciones municipales y autonómicas del 2019. La oposición amenaza con tensar las cuerdas para movilizar a su electorado. Javier Moliner, ha entendido el mensaje también ha advertido a Compromís y PSOE: “La Diputación no es el Cajero de la Generalitat y, la frase no es mía es del presidente de la Diputación de Valencia”.
Esperanza Molina/Castellón Información
El pleno ordinario de la Diputación Provincial ha conseguido ‘revalidar’ el consenso entre los diferentes grupos políticos para sacar adelante los presupuestos, pero no sin cierto regusto de advertencia.
Y es que en la Diputación, como en el resto de las instituciones de la Comunitat Valenciana ya suenan las campanas de llamada a filas. El 2018 se pinta complicado y los partidos comienzan a movilizar a sus militantes con la mirada puesta en las elecciones del 2019.
El pleno de hoy era especialmente significativo. Era el pleno de presupuestos, en el que el Grupo Popular ha vuelto a intentar consensuar unas previsiones económicas en las que, por primera vez, indicaron, todas las inversiones están regladas y se huye de los famosos convenios singulares que tantas veces había cuestionado la oposición.
No era tarea fácil.
El equipo de Gobierno del PP partía desde la ventaja asegurada de su mayoría absoluta; los presupuestos iban a salir adelante si o si, pero siempre pintaba mejor que tuvieran el apoyo de la oposición. Y las posturas no estaban claras… del todo.
Ya estaba cantado que Castelló en Moviment iba a votar en contra, desde su política de oponerse a todo cuanto haga el PP. Existían algunas dudas en cuanto a Compromís, porque se habían aceptado sus iniciativas y ya se partía de la experiencia del ejercicio anterior. Pero aquí pesaron demasiado las presiones de partido.
En cuanto a PSOE, metido hasta la cabeza en sus primarias, las mismas divergencias internas en cuanto a la actitud a poner sobre la mesa, llevó finalmente a su grupo a una bienvenida abstención. La portavocía fue asumida por Toni Lorenzo y los argumentos fueron, sobre todo, vagos, no llegaron a ningún fondo.
Aunque el caso más singular fue sin duda el de Ciudadanos, en un ‘quiero y no puedo’ (o no se), para mantener la tensión hasta el último momento y ejercer una presión que quiere simular (sin conseguirlo) a los haceres de sus líderes estatales. Aunque Compromís anunciaba la noche antes que se opondría, ya barajaba la fotografía de un pacto de última hora para abstenerse, como hizo.
Así las cosas el debate de presupuestos ha sido, sobre todo, un intentar culpabilizar al equipo de Gobierno del PP de este año y un canto glorioso a las virtudes del PP del año pasado.
Todo estaba pactado antes de que comenzara la sesión.
En cuanto a la defensa de las diferentes posturas, tampoco fueron para tirar cohetes.
Desde Castelló en Moviment se presentaron varias mociones. Mociones en las que se venía a decir que se suprimieran la mitad de los capítulos cuantificados en las diferentes partidas, para agrupar las cantidades en solicitudes genéricas e ideológicas… todo ello en base a defender la autonomía de los municipios para que gastaran en lo que quisieran.
Xavier Trenco, de Compromís, ensalzó el cambio en la actitud del PP en 2016, pidió más dinero de Diputación a la Generalitat, lógicamente en modelo de ‘colaboración’ y dijo votar en contra porque no se atendía al interior de la provincia, ni a la despoblación ni a objetivos principales… y porque no se incluían los convenios singulares, que en ejercicios anteriores habían sido el centro de su crítica…
PSOE tampoco fue mucho más lejos… y, como Compromís, vanaglorió el avance de Diputación en función de lo bien que lo está haciendo la Generalitat que, por cierto, gobiernan ellos.
Ciudadanos escenificó un cambio de voto como logro particular de última hora, que ya estaba previsto días antes.
Y para concluir, los diputados se erigieron en ‘vigilantes’ del equipo de gobierno…
La crítica generalizada: la falta de transparencia, tema en el que Castelló en Moviment llegó a amenazar al equipo de Gobierno con llevarlo al Consell de Transparencia.
El problema, es que las críticas no se correspondieron con un trabajo de fondo porque, como indicó el diputado de temas económicos, Salvador Aguilella, los señores diputados habían tenido a disposición, desde el primer momento toda la documentación que presumían desconocer, colgada en la Web de Diputación en el apartado ‘gestiona’, de acceso limitado a los grupos políticos.
Este periódico, al no tener acceso a los cauces internos no podía verificar o no la afirmación, pero si lo hizo el interventor municipal, y por tanto, los técnicos dieron fe de ello.
Lo que si quedó mucho más que claro, es que los diputados, al menos sus portavoces en el pleno, no conocían los números ni las cifras ni los detalles de las previsiones económicas, más allá de temas puntuales. De esta forma, la mayor parte del ataque de CseM se centró en la negociación de Personal, punto que, por cierto, se trató también en otro punto, y en la protesta contra el Consorcio de Bomberos.
Compromís basó gran parte de su crítica en indicar que no le cuadraban los números, que no tenía información y que en los pueblos donde faltan jóvenes no se pueden aprobar partidas para jóvenes…
En cuanto al PSOE, Toni Lorenzo se extendió en afirmaciones para dejar patente que ese no era su presupuesto… y tras divagar sobre el nosotros y ustedes, acabó por anunciar la abstención de su grupo.
Salvador Aguilella no disfrutó todo lo que quiso al intentar rebatir los argumentos de sus oponentes, hubiera necesitado mucho más tiempo y el presidente le midió el tiempo, pero si pudo sonreír cuando recordó a Castelló en Moviment, que hay unas bases legales que regulan los presupuestos y que no se pueden reducir a un ‘quito lo que quiero y que se de todo en una partida global’, no era legal.
Recordó a todos los grupos que tenían toda la documentación a su alcance, como certificaron los técnicos. Y pidió a Compromís que se aclarara, ‘convenios singulares si o convenios singulares no’.
Se votó y los presupuestos salieron adelante con solo tres votos en contra, los de CseM y Compromís, y la abstención de PSOE y CS.
"La Diputación no es el cajero de la Generalitat"
El presidente, Moliner tomó la palabra. Agradeció la abstención de PSOE y CS, pero no dejó pasar la ocasión de incidir sobre lo que suponía haber llegado a un acuerdo cuando su grupo tenía mayoría absoluta, algo que no se da en los ayuntamientos en los que gobierna el PSOE .
Y en torno a las llamadas de Compromís y PSOE sobre lo buena que era la Generalitat, recordó: “La Diputación no es el cajero de la Generalitat, y esta frase no es mía, la ha pronunciado el presidente de la Diputación de Valencia”.
Peajes blancos, duros o ninguno para la A-7
En el pleno de hoy también se abordó una propuesta sobre la liberalización de la A-7. Se votó por unanimidad, pero no después de que Ciudadanos dejara constar lo que entendían como contradicciones entre el diputado nacional Barrachina y el ministro del Gobiernode la Serna… Porque Barrachina había aludido a peajes blandos, y de la Serna había negado el tema…
Hubo debate, pero con perdón de la expresión, debate de besugos.
Todos estaban de acuerdo pero cada grupo hizo su papel… y al final todo se redujo a lo que dijo o no Miguel Barrachina en una rueda de prensa, y si lo dijo o no lo dijo. Aquí el PP tiró balones fuera.
Lucha contra la violencia de género
El último punto del Despacho Extraordinario fue la moción presentada por Castelló en Moviment, para “instar al Gobierno del Estado a modificar una asignación presupuestaria a la lucha contra la violencia de género.
El tema se prestaba, y como era previsible contó con el apoyo de todos los grupos… menos el PP. No hubo debate pero si explicación de voto.
Según indicó la diputada del PP Elena Ruiz Vicente, su grupo lo había rechazado porque estima que hay que centralizar recursos y actuar en colaboración.
Si convenció o no al resto… como no hubo turno de réplica no se pudo ir mas allá y la moción se rechazó con la mayoría del PP.
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