La plataforma antitaurina ha recogido 92.000 firmas en la plataforma ‘Change.org’ para prohibir esas prácticas
El Ayuntamiento de Castellón no tiene constancia de que la ley de la Generalitat prohíba prácticas como el ‘embolamiento colectivo’ de toros, espectáculo que se desarrolló el pasado 30 de junio tanto en el Grao de la capital de la Plana como en Sant Joan de Moró. La plataforma que denunció estas prácticas ha recogido ya casi 92.000 firmas en ‘change.org’ para pedir su prohibición
Marina Borrás/Salomé Amouroux/ EM/ Castellón Información
El concejal de Seguridad Ciudadana de Castellón, Antonio Lorenzo, no tiene constancia de que la Ley de la Generalitat Valenciana recoja ninguna prohibición sobre la práctica antitaurina para el ‘embolamiento colectivo’ de toros.
Preguntado sobre este evento, que se desarrolló el día 30 por la noche durante las fiestas de Sant Pere en el Grao y en las fiestas de Sant Joan de Moró, el concejal de la capital del Plana indicó, que es la Generalitat la que debe regular y legislar en este sentido, para evitar que se realicen prácticas que los antitaurinos consideran ilegales y de maltrato animal.
La plataforma en contra de los toros embolados se posiciona contra los festejos taurinos pero, concretamente, sobre lo que se denomina ‘bou embolat’ y, sobre todo, contra lo que dicen que está proliferando cada vez más en los festejos locales: el embolamiento de varios animales a la vez, dentro de un camión, algo que, según ellos, ni responde a las tradiciones culturales de la zona donde se practican, ni respeta los derechos de los toros.
Según los videos grabados por activistas de esta plataforma, lo que tradicionalmente se consideraba como ‘bou embolat’, ha derivado en un festejo en el que varios toros, encerrados en un camión, son sometidos mediante descargas eléctricas para poderles colocar sobre los cuernos un artilugio de bolas de fuego encendidas, a las que se pueden añadir bengalas o cohetes.
Cuando se abren las puertas del camión, los animales salen todos en grupo, alarmados por el mismo fuego que portan ellos y sus compañeros.
Esta práctica, recoge la misma plataforma, se celebra sobre todo en áreas locales de la provincia de Castellón.
Tal como publicó este diario hace unos días, plataformas antitaurinas promovieron una campaña en contra de este tipo de eventos, para lo que proporcionaban un modelo de documento de denuncia, que cada persona podía rellenar y presentar de forma individual.
Castellón Información tuvo conocimiento de estas denuncias presentadas en el Ayuntamiento de Sant Joan de Moró, pero también, la movilización realizada contra la misma práctica en el Grao de Castellón. Ambos festejos se llevaron a cabo en la noche del 30 de junio.
Las denuncias han sido presentadas también, según indicaron, en la Conselleria de la Generalitat.
Preguntada sobre este tema el pasado viernes, la portavoz de la Junta de Gobierno de Castellón, verónica Ruiz, dijo desconocer que se hubiera recibido documento alguno.
En cuanto al concejal de Seguridad, estima que estas denuncias deben dirigirse a la Generalitat y debe ser este órgano el que regule y marque las pautas a los ayuntamientos.
En el caso de las fiestas del Grao, también mencionó Toni Lorenzo, la organización corre a cargo de la Comisión de fiestas y no del Ayuntamiento en sí, que colabora en algunos de los actos.
92.000 firmas para la prohibición del embolamiento en Change.org
Por otra parte, y según indican las plataformas que denunciaron los hechos, se ha presentado una protesta que, hasta el momento ha recogido ya casi 92.000 firmas en la plataforma ‘Change.org’
La denuncia está redactada en varios idiomas, castellano, francés, inglés, alemán.
El texto, en castellano dice lo siguiente:
Toros Embolados: Abolición
En España se torturan con fuego miles de toros al año, sobre todo en casi todos los municipios de la provincia de Castellón y en menor medida, en Valencia y Alicante (aunque también en otras provincias).
A los toros embolados se les puede colocar desde dos hasta cinco bolas en los cuernos, cuyo peso casi no puede soportar el animal, y de ellas no sólo salen llamas sino también bengalas y fuegos artificiales.
Se embolan uno a uno, o varios a la vez, incluso una docena, que corren despavoridos por las calles o plazas de los pueblos. En eso consisten estas fiestas y siempre se celebran por motivos religiosos.
El fuego asusta a los animales, les produce quemaduras en cuerpos y ojos, y los enloquece hasta el punto en que a veces se suicidan golpeándose con la cabeza.
El proceso de colocación de las bolas también es muy traumático pues los espantosos bramidos de los toros nos demuestran su dolor físico, su estrés psicológico y su innegable sufrimiento. A veces, debido a los bruscos movimientos, se puede incendiar el lomo del animal o incluso el cuerpo entero.
Y además, en muchas ocasiones también se les pone un enorme collar en el cuello con campanas para que se asusten al correr.
La diversión no debe implicar bajo ningún concepto el sufrimiento y humillación de víctimas, pues la crueldad intrínseca de estos actos embrutece a los seres humanos, y especialmente insensibiliza a niños y jóvenes que asisten o lo ven en las televisiones locales, donde lo repiten una y otra vez.
Por los motivos expuestos, firmo esta petición y solicito la abolición de los toros embolados.” (https://www.change.org/p/dirigida-al-parlamento-europeo-gobierno-de-espa%C3%B1a-y-gobierno-auton%C3%B3mico-generalitat-valenciana-abolici%C3%B3n-de-estas-crueles-y-anacr%C3%B3nicas-pr%C3%A1cticas-toros-embolados-abolici%C3%B3n)

















































