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jueves, 28 de marzo de 2024 | Última actualización: 21:59

Segunda puerta grande de la Feria Taurina de la Magdalena para Padilla y Manzanares

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Padilla firmó una oreja en cada una de sus lidias, mientras manzanares sacrificó al tercero y reconocido con dos orejas en el sexto

  Segunda puerta grande de la Feria Taurina de la Magdalena de Castellón, para Juan José Padilla y José María Manzanares. La ganadería de Núñez de Cuvillo, sacó cinco toros flojos de manos, que se mostraron irregulares en la plaza. Padilla arrancó una oreja, en cada una de sus lidias. José maría Manzanares, recibido con una ovación en la plaza, no pudo más que sacrificar al tercero, cuando el toro, no pudo afrontar el reto al doblar continuamente de manos. Con el sexto su faena lo compensó todo y fue premiado con dos orejas. Morante de la Puebla pasó sin pena ni gloria por Castellón.

  Esperanza Molina/Castellón Información

Segunda puerta grande en Castellón, en la Corrida de Toros de la Feria Taurina de la Magdalena en Castellón, con toros de la ganadería de Núñez de Cuvillo para los diestros: Juan José Padilla, Morante de la Puebla y José María Manzanares.Corrida toros Magdalena 13III15

Plaza casi llena, con tres cuartos largos, y un público que llegó con ganas y recibió con una fuerte ovación a Juan José Padilla, que pocas horas antes había recibido premio al mejor torero de la Magdalena 2014; y a José María Manzanares, por el reciente fallecimiento de su padre.

Primero de la tarde, Tortolito, 549 kilos, negro, para el diestro Juan José Padilla, que lo brindó a José María Manzanares. El toro arrancó bien en la salida, se prestó bien al caballo. Una vara. Padilla lo tanteo con el capote y finalmente pidió el cambio de tercio.

El público recibió con aplausos la decisión de Padilla de banderillear. Tres pares preciosos, que el torero trabajó bien pese a  la resistencia del toro, que cada vez se tornaba más quieto y más observador.

Corrida toros Magdalena 13III15Juan José Padilla buscaba repetir su triunfo del año pasado, y no dejó de intentarlo por todos los medios posibles. Recibió al toro de rodillas Y enlazo una serie completa. El público aplaudió, expresó temor, y la plaza se levantó con el último pase de la serie.

Le costó hilar la segunda serie. El toro buscaba, se paraba y era reacio a acudir a la llamada. Padilla le sacó todo lo que se le podía sacar y la plaza supo valorar su dedicación hasta el extremo. Mató de una estocada certera. Una oreja y petición de otra. Vuelta al ruedo.

Corrida toros Magdalena 13III15El segundo de la tarde fue para Morante. Berlanguito, 557 Kilos, negro mulato chorreado de color.  Como sus compañeros salió con ganas, que perdió después de entrar al caballo. Una vara y gracias. Aquí la plaza estalló en silbidos cuando el picador  optó por dirigirse a la salida de caballos por el lado contrario al habitual. Bien en las banderillas. Morante recibió al toro junto a las tablas,  consiguió sacarle partido y lo llevó al centro. Con una serie de pases humilló al toro y arrancó aplausos y bravos. En la segunda serie, fue el toro quien le ganó la partida en el último remolino. Morante no se anduvo por las ramas. Falto de ganas, hizo lo justo y pidió el estoque.  Pinchazo. Se tomó su tiempo y esta vez estocada hasta el puño. Aplausos.

Manzanares sacrificó al tercero

Corrida toros Magdalena 13III15El Tercero, Pesadillo, de 559 kilos era para Manzanares. El toro era bonito, ‘colorao y chorreante’. Manzanares lo brindó al público que tan bien lo había recibido en Castellón. Pero ya desde el principio se vio que Pesadillo, no iba dar mucho juego. Tras entrar a varas, el toro dobló las patas delanteras. El público silbó. Mal augurio. Anduvo muy justito con las banderillas, donde la cuadrilla de Manzanares se lució.

Y llego el momento. Manzanares lo llevo al centro del ruedo. El toro doblo las manos. Le dio dos pases, el toro volvió a doblar. El pobre Pesadillo no podía con la lidia  y cada pase que le hacía bajar la cabeza lo doblaba, impotente, en el suelo. A la tercera, Manzanares miro al toro, el astado le devolvió el ruego. Manzanares pidió el estoque y mató a la primera.

El público silbó al toro y aplaudió al torero, que no pudo hacer más que lo que hizo. Evitarle  sufrimiento a un toro que no podía defender su nobleza y su bravura.

El cuarto de la tarde, Tuercepiés, de 553 Kg era un negro bragado, bonito y de buenas formas. Padilla lo lidió de principio a fin. Lo recibió con la capa, se lució ante el astado antes de enviarle al caballo, una vara. Y de nuevo, se lució con las banderillas, por lo que tuvo que salir a saludar.  Después recibió al toro de rodillas, se volcó en el astado, que respondió a todos sus desafíos. Algo falto de fuerzas, como los anteriores, Tuercepies no eludió el reto,  entró una y otra vez, a medida que el torero lo citaba. Se podría decir que, en un momento, Padilla se emborrachó con el toro, llegó a arrojar al suelo la muleta y bailó delante del toro. Entró a matar con decisión y lo logro. La plaza pedía para él dos orejas. El presidente se hizo de rogar y solo concedió una, pese a la insistencia de la plaza, lo suficiente como para salir por la puerta grande de la Plaza de Toros de Castellón.

El quinto, Espárrago, de color castaño y 543 Kilos, dio más juego y Morante supo sacarle pases buenos. En resumen fue una buena faena, pero justita, que no calentó suficientemente al público ni para pedir la oreja. Mato a la primera y el toro dobló. Aplausos.

El sexto, Currante, un negro mulato de 563 Kilos, fino y elegante, para el diestro José María Manzanares, que buscaba responder a Castellón con el mismo cariño con  que había sido acogido.

El Toro entró con fuerza a varas, y como los anteriores, se quedó justito, respondió bien después de todo y, a partir de las banderillas, Manzanares, fino y elegante, bailó delante del toro. Primero le dio distancia, para que el astado pudiera respirar y batirse en un duelo justo. Luego hiló pases, series, con todo tipo de pases. El público danzó al son de Manzanares, que vestido totalmente de negro, era capaz de citar, atraer al toro, hacerlo pasar por donde quería y enlazar pases enteros. Fue un toreo a la antigua traza. Aquí no hubo saltos de la rana, ni florituras, solo torero y toro, con un absoluto respeto entre ambos en una lidia que el público disfrutó de principio a fin. Solo faltaba entrar a matar. Manzanares eligió el momento justo, y de una sola estocada remató la faena. El toro cayó muerto.

Hubo respeto al astado, después el público se puso en pie, pidiéndolo todo para manzanares. El presidente quiso hacerse de rogar, pero esta vez coincidió con la plaza y concedió las dos orejas prácticamente al mismo tiempo.

Padilla y Manzanares salieron por la Puerta Grande de Castellón, después de ser llevados a hombros por todo el coso ante un público que lejos de querer abandonar la plaza hubiera estado dispuesta, todavía a más.