No faltó la polémica taurina, el adiestramiento en los colegios, o las acusaciones de 'derecha retrógrada'
Lo mejor que se puede decir del pleno de Diputación, es que fue largo, cinco horas largas que se convirtieron en una batalla electoral de mejor o peor gusto donde no faltaron: los ataques a la institución, las alusiones al conflicto catalán y el amor a la patria y la unidad de España, así como el intento desaforado del PSOE de defender los presupuestos de Sánchez, rechazados en el Congreso. No faltó la polémica taurina, las acusaciones de adiestramiento en los colegios, o las acusaciones de derecha retrógrada. La Diputación recobró el espíritu de junio de 2015.
Esperanza Molina/ Castellón Información
El pleno ordinario de Diputación acabó ‘como el rosario de la Aurora’, con un campo de batalla en el que ningún grupo político que libró de la quema. No se ahorraron epítetos, acusaciones, confrontaciones del mejor y del peor gusto. Cinco horas largas de campaña electoral, donde lo de menos fueron las necesidades provinciales y lo más socorrido fue hacer defensa a ultranza de las líneas políticas que defienden los colores nacionales… quizá para comenzar a marcar las pautas de lo que cada partido va a defender a ultranza con la mirada puesta en las elecciones nacionales del 28 de abril.
De esta forma, las gestiones ordinarias destinadas para la mejora de la provincia quedaron desdibujadas y ensombrecidas por debates estériles sobre cualquier cuestión que pueda considerarse seña de identidad.
Por poner un ejemplo, la propuesta de apoyo a la tauromaquia, defendida por el PP, se encontró con una moción del PSOE de apoyo a la fiesta de los toros, pero ni defendían lo mismo, ni se centraban en los mismos objetivos. Ambas se abordaron en un solo debate en el que cada cual salió con una versión diferente: el si a ultranza de los populares a los toros de lidia y 'als bous al carrer'; el si, pero no de Compromís, que se mostró favorable a “els bous al carrer”, pero no a los toros de lidia; o el ‘si pero fuera de aquí, del PSOE, "porque nos han pedido que saquemos el tema del debate político porque no quieren tener colores, y ustedes lo usan de forma electoral"
Y eso fue solo el principio.
El espíritu de junio de 2015
Una cosa si tenía coherencia, por citarlo con ironía, y es que los diferentes grupos políticos recobraron el espíritu de junio de 2015. Esto es: Para CseM, la Diputación está de más, y se duplican funciones, luego que desaparezca es solo cuestión de tiempo. Para Compromís y PSOE, la Diputación hay que modificarla y reducirle las competencias, porque no tiene por qué tener más disponibilidad de fondos que el Gobierno Autonómico, por lo que se tendría que autorizar que la Generalitat pudiera gestionar parte de los ingresos de la institución provincial. En el caso de Ciudadanos, la situación se mostraba un tanto comprometida. Por un lado, porque ya no defienden a ultranza, como lo hicieron al principio, aquellos de que desapareciera la gestión municipal de pequeños municipios. Por otro, porque valoran la gestión de la Diputación y ahora tampoco está de más, como pensaban antes, cuando solicitaban la desaparición de las instituciones provinciales.
Y por parte del PP volvió a defenderse las diputaciones como entidades que gestionan y sirven a los municipios de la provincia, y en casos como la de Castellón, son vitales para la supervivencia de los pequeños municipios que cada vez tienen menos medios, menos gente y menos presupuestos.
En este caso, el vicepresidente Vicent Sales dio una lección de historia en cuanto al nacimiento de estas instituciones promovidas por las Cortes y la Constitución de Cádiz, como un modelo de descentralización y de proximidad al mundo rural.
Y en este pleno multi… de todo, no pudo faltar ni la moción de apoyo a Juan Gerardo Guaidó como presidente de Venezuela… o el intento del PSOE en su moción, de que se reconocieran los presupuestos ya fallecidos del Gobierno de Sánchez, y la maldad de quienes no los reconocieron y han provocado las elecciones del día 28.
Así, tema tras tema, cada uno ‘arrimó el ascua a su sardina’. Por parte de PSOE y Compromís, apoyo a ultranza a Generalitat. El bloque de CseM, PSOE y Compromís, sacó a relucir la Ley de la Memoria Histórica para poner en evidencia a la Diputación si no aportaba subvenciones. CS golpeó a izquierda y derecha. Y el PP defendió la Ley de Memoria histórica, pero para todos, y sin anteponer ese dinero a las prioridades del día a día.
En esta guerra por marcar las señas, no faltó el conflicto catalán, la unidad de España, el apoyo a las Fuerzas de Seguridad, e incluso el decreto de plurilingüismo, con la acusación de Ciudadanos (con apoyo del PP) sobre el adiestramiento de los niños en los colegios.
Mociones, mociones de adhesión, mociones sustitutorias, y alguna que otra contradicción en las votaciones, bastante falta de sentido, que si ya eran complicadas de seguir para los señores diputados, resultaron indigestas para los periodistas y completamente incomibles para el público que optó por lo más acertado, abandonar la sala y dejar a los políticos con sus diatribas.
Se aprobó por mayoría, la moción del PP para instar a la Generalitat Valenciana a asumir el coste de la subida del salario mínimo de los Planes de Empleo. La explicación del PP, corroborada por CS, se centraba, no en cuestionar en los derechos de los trabajadores, sino en la falta de capacidad de los Ayuntamientos para hacer frente a esa subida salarial aprobada por el Gobierno, lo que ha dado lugar, indicó Vicent Sales, a que el día de su implantación se convierta en la negra jornada en la que más personas perdieron el empleo y engrosaron filas del paro.
Y también, aunque en este caso se apoyó por unanimidad, la moción del PP para que “el Gobierno de España, por vía de urgencia, proceda a la aprobación del destino del superávit de las corporaciones locales para inversiones financieramente sostenibles”
La propuesta del PP tuvo todos los apoyos, pero no estuvo exenta de todas las críticas y comentarios. Castelló en Moviment acusó a PP y PSOE de haber pactado a espalda de todos los ciudadanos la reforma de la Constitución que permitió ajustar el gasto. Compromís y PSOE reivindicaron la necesidad de derogar aquel ‘ajuste’ que ha atado de pies y manos la gestión de sus gobiernos en las instituciones. Y el PP, autor de la moción, puntualizó que no se cuestionaba la medida que se tomó cuando se modificó la Constitución, sino de habilitar el gasto de remanentes, que son cosas distintas…
¡Como sería la cosa! Cuando acabó este punto y el presidente dio lugar al último del orden del día de ruegos y preguntas, no hubo diputado que chistara… Pasaban de las 16:15 horas y rugían los estómagos.
