Los líderes han comparecido ante los medios sonrientes y no han querido desvelar detalles del mismo pero han asegurado que se basará en el diálogo para resolver la cuestión territorial y la justicia social. "Será un gobierno progresista y no cabrá el odio y la confrontación entre españoles y trabajará por la cohesión, la lealtad y la solidaridad gubernamental”, han afirmado. Ambos partidos iniciaran una ronda de reuniones con otros grupos parlamentarios para garantizar la formación de un Gobierno. El reparto de cargos se pospone hasta después de la investidura
