Jorge Fuentes. Embajador de España.
El Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte está dando una triste imagen en los últimos días, por no decir en los últimos tiempos. Anteayer su Parlamento, derrotó con una paliza histórica (432-202) el documento que el gobierno de Theresa May había negociado con la Unión Europea para proceder al Brexit. Ayer, el mismo Parlamento superó por pelos (325-306), la moción de censura que la oposición Laboralista había presentado al gobierno Tory de la señora May.
El resultado de la primera votación fue una mala noticia para Europa ya que augura la dificultad de alcanzar un Brexit negociado y ordenado. El resultado de ayer trajo un hilo de esperanza de que el actual Gabinete será capaz de encontrar alguna solución al grave problema del primer caso en la historia de la Unión en que un país miembro decide aplicar el articulo 50 y abandonar el club tras un referéndum mal preparado y cuyo margen de diferencia no debería ser suficiente para dirimir una cuestión de tal envergadura.
Por añadidura, aquel referéndum mostró el reflejo de un país dislocado, invertebrado y sin una clara idea de cuáles debían ser sus objetivos. Para empezar, dos de los cuatro Reinos de que se compone el país - Escocia e Irlanda del Norte- votaron contra el Brexit, frente a los dos restantes -Inglaterra y Gales- que lo hicieron a favor.
Pero es que además, la desunión se dio también por el voto de los jóvenes (europeístas) contra el de los veteranos (separatistas); el de la población urbana (anti Brexit) contra la rural; el de la derecha frente a la izquierda.
Triste imagen la que está dando ese país por muchos conceptos admirable, que tanto ha contribuido a la construcción de la civilización occidental y la democracia. Con la Monarca mas longeva del mundo -la Reina Isabel II está sobreviviendo a una larga docena de Presidentes de los Estados Unidos, desde Truman hasta hoy- y cuenta con algunos de los Premiers más legendarios de la historia política mundial, como Churchill y Thatcher.
Triste contraste con algunos de los últimos líderes como Cameron que aun ayer mismo declaraba estar orgulloso de haber organizado el referéndum del Brexit, aunque no de su resultado ¡Faltaría mas!
La situación se presenta difícil para el Reino Unido y para la Unión Europea. Y es que aun cuando los británicos nunca se sintieron plenamente integrados en la UE, no aceptaron el euro ni la libre circulación de personas acordada en Shenguen y se sintió más proclive a aceptar los dictados de Washington que los de Bruselas, su presencia en la Unión es muy importante.
Las fechas son ya inminentes. El próximo lunes 21 May presentará un plan B, cuyo contenido aun no se ha hecho público, que sería votado el día 29. Si ese intento no diera frutos, aun quedarían poco mas de dos meses para buscar nuevas fórmulas. Como mucho Londres podría contar con tres meses más hasta que en Julio se configure el nuevo Parlamento europeo en el que ya no se cuenta con los escaños británicos.
¿Qué soluciones se vislumbran? Puesto que Bruselas, por boca de su negociador principal Michel Barnier y también por sus líderes Tusk y Juncker, ha insistido en que el Acuerdo no se va a renegociar, todo lo que cabe esperar es que se produzca algún retoque "salvacara", especialmente en la delicada materia de la frontera entre Irlanda y el Ulster. Ojalá de paso se retoque también la cuestión gibraltareña.
Pienso que tal reajuste del Acuerdo se va a producir y que, por el bien de todos, tendremos un Brexit armonioso. La carencia de un documento seria tan perjudicial para ambas partes, en especial para el Reino Unido, que es mejor ni imaginarlo, por ahora.
Lo preferible pese a todo es lo más difícil: que haya un nuevo referéndum, que el Reino Unido se mantenga en la Unión y que ésta recupere la fuerza y armonía que la convirtió en el bloque económico más importante del mundo.
