Miguel Prim Tomás. Ex Parlamentario Nacional.
Cuando ocurre un suceso, como el fallecimiento de la ex alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, hacen falta unos días para ‘reposar’ la noticia y sacar conclusiones de lo sucedido, y sus consecuencias o comentarios.
En principio, el que suscribe estas líneas, vivió políticamente hablando, casi los mismos momentos de la ex alcaldesa y, por ello, puede tener vivencias y opiniones, y poder comentar lo que en estos momentos podemos pensar.
He titulado este artículo ‘Presunción de inocencia’ porque debe ser un pilar importante en nuestra sociedad, sobre todo en la política en relación con la justicia y los medios.
Personalmente he conocido varios casos de imputación, los cuales han durado mucho tiempo, y en los que la prensa de un signo concreto ha destapado hechos que eran secreto de sumario y muchas veces se ha condenado desde los medios a personas, y se sigue haciendo, sin saber si éstas serían llamadas a juicio y sentadas en un banquillo. La presunción de inocencia ‘ha brillado por su ausencia’ en muchos casos y, por supuesto, creo que en el de Rita Barberá.
Un día antes de su muerte declaraba de forma voluntaria en el Tribunal Supremo y todo parece indicar que el juez podría de forma inmediata archivar el caso. Y de este ejemplo ocurrido la semana pasada podemos sacar muchas conclusiones, para sobre todo decir que los partidos políticos tomen nota de la terrible injusticia que se comete al envenenar en principio a un inocente, pues eso parece que es rentable. Y es injusto, y yo diría más, hasta según casos, inmoral e inhumano.
Cuando se habla de corrupción es muy fácil señalar con el dedo. La corrupción es una lacra de personas que ensombrece nuestra democracia. Pero no seamos tan necios de señalar con el dedo, sin la certeza de una culpabilidad. Y la certeza dejémosla a una justicia imparcial, que siempre debe ir por delante de las cosas.
Rita se llevó al ‘Mas Allá’ sus verdades y nosotros desde aquí le dedicamos una oración y no una condena como hicieron algunos de formas partidistas.
