Clara Parra/Castellón Información
Está previsto que a finales del próximo mes de agosto, sobre el día 28, concluyan las obras de desmontaje y derribo de los antiguos juzgados de la plaza Colón en Vila-real que darán paso a una plaza provisional diáfana que pondrá en valor la iglesia Arciprestal, como Bien de Interés Cultural, y añadirá a este entorno en el centro de la ciudad un nuevo espacio multifuncional donde se desarrollarán diferentes actividades hasta que arranquen las obras de la segunda fase que se basarán en el diseño y la construcción del nuevo mercado municipal.
“Desearía tener el proyecto esta legislatura y que arrancaran las obras esta legislatura”, con estas palabras el primer teniente de alcalde de Vila-real, Pasqual Batalla, dejaba claro esta mañana sus intenciones respecto al futuro de este espacio que está llamado a convertirse en el nuevo corazón comercial y de ocio de la localidad.
“Hemos hecho con mucho esfuerzo la primera fase de este proyecto como ha sido el derribo de las antiguas dependencias judiciales y vamos a seguir trabajando”, ha resaltado el edil, quien ha avanzado que se convocará un concurso de ideas “para escuchar al pueblo y profesionales partiendo de nuestra idea de zona comercial, de mercado del siglo XXI, dinamizador del entorno, que compagine ocio y restauración y funcional que no rompa con el entorno”, ha señalado Batalla.
Para el teniente de alcalde a partir de ahí los profesionales deberán de plasmar su ideas en un proyecto por lo que también se estará en contacto tanto con el Colegio de Arquitectos como con el Colegio de Ingenieros.
Entre las pretensiones del equipo de gobierno está en mantener la filosofía de mercado con pocos puestos de venta, alrededor de unos diez o doce, que se seguirían situando en la planta baja, mientras que la primera se dedicaría a restauración con la ubicación de varios puestos, alrededor de unos seis u ocho, y la posibilidad de crear una terraza “con vistas tan bonitas como a nuestra iglesia arciprestal”, ha recordado el edil. Además, se habilitaría un parking subterráneo de dos plantas que podría ser mixto, es decir con plazas públicas y privadas, con una capacidad que podría rondar las doscientas plazas.
El dinero
“Nos gustaría que pudieran iniciarse las obras pero el problema es el dinero ya que podría rondar los cuatro o cuatro millones de euros una construcción de estas características”, reconoce el edil, quien estima que los trabajos durarían entre el año y medio y los dos “aunque si fuera uno mejor”.
Batalla también ha resaltado que pese a que el próximo verano finalice la concesion de los puestos del mercado municipal estos se prorrogarán hasta que esté el nuevo edificio listo y se abra una nueva plica. Además ha tranquilizado a los vendedores al asegurar que mientras duren los trabajos se trasladarán todas las paradas a un espacio cercano para que puedan seguir desarrollando su tarea comercial con normalidad hasta el final de la obra.
