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sábado, 18 de mayo de 2024 | Última actualización: 23:06

Vila-real estudia apostar por el transporte público interurbano para conectar las instalaciones deportivas y educativas

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Rafa Mezquita/Castellón Información

Tras el anuncio que tuvo lugar la pasada semana de la posible puesta en marcha del Bulevar de la Plana, que conectaría de forma más accesible Castellón, Almassora y Vila-real, ésta última también ha decidido apostar de forma clara por el transporte público interurbano en la presente legislatura, un tema que “es necesario para la ciudad” y que “preocupa y mucho” al alcalde, José Benlloch.

El primer edil reconoce que “es una frustración” el echo de contar con muy pocas paradas de autobús en la localidad, ya que solo cuenta con una línea, que conecta la zona centro con el Hospital de La Plana.

El desarrollo de la localidad en materias universitarias y educativas, así como el crecimiento de las instalaciones deportivas, el Estadio de la Cerámica, y la próxima apertura al público del Centre Civic Maria de Lluna podría generar un abanico de autobuses interurbanos más amplio que conectará todas las áreas de cierto interés en la ciudad, aunque tal y como detalla el munícipe “es algo que aunque sea necesario, dependemos del sí de la Conselleria”, porque el transporte urbano, también debe estar ligado al interurbano” afirma Benlloch.

Uso de autobuses eléctricos y un bono local de transporte

Aún así, el alcalde destaca que Vila-real “no es extensa en territorio” y que “se puede cruzar a pie”. Aún así, el sueño del primer edil y que considera “lo ideal” sería tener una flota de autobuses eléctricos, que fueran asiduos en las paradas y que tuviesen rotación” en el paso.

Además, el alcalde asegura que el Ayuntamiento estudiaría lanzar “un bono de transporte” que “fuera barato” y que además “ayudaría a dinamizar el trafico" en la ciudad.

Pese a ello, y a corto plazo, Benlloch apuesta por seguir mejorando la red de Carril Bici, entre Carmelitas y la nueva Ciudad Deportiva Municipal, en conexión con la Ermita de la Mare de Déu de Gràcia. A la espera de la aprobación de la Generalitat, y del sí, para generar ese entramado de autobuses que Vila-real espera “desde hace años".