Las obras de canalización hacia las depuradoras arrancarán en mayo del próximo año y estarían listas para 2017.
Durarán 7 meses y costarán 2,7 millones de euros.
Clara Parra Roncero
El equipo de gobierno que dirige el socialista José Benlloch en Vila-real ha dado un paso al frente en el tratamiento de las aguas residuales de la ciudad, tras anunciar hoy el concejal de Territorio, Emili Obiol, la decisión de clausurar la depuradora de Vora Riu, en el plazo de un año, y construir una serie de canalizaciones que permitirán derivar las aguas a las depuradoras de Almassora y a la mancomunada ubicada a las espaldas del Grupo Porcelanosa.
Una decisión, que tal y como ha explicado el propio Obiol, está motivada por la antigüedad de la instalación y los continuos problemas vecinales y medioambientales que acarrea la planta. Una situación que supone para las arcas públicas, según el edil, costes de 692.000 euros al año para su mantenimiento, y una media de 70.000 anuales en denuncias por vertidos. “Es una decisión muy meditada. No perderemos nada sino que ganaremos en capacidad y garantizaremos los futuros desarrollos urbanísticos de la ciudad, sobre todo, en la zona de Solaes', ha expresado el concejal.
Según ha explicado Obiol, estas obras “no costarán ni un euro a Vila-real ya que será la entidad pública de saneamiento de aguas (Epsar) la que se hará cargo de los costes y el pago de las expropiaciones. Estamos a la espera de recibir el proyecto definitivo y vamos a revisar el convenio que firmaremos entre ambas partes”.
Unos trabajos que consistirán, por una parte, en el desmantelamiento de la actual planta de Vora Riu y la construcción, en el mismo lugar, de una estación de bombeo que permitirá, a través de la construcción de un canal que atraviese el río, llegar hasta la depuradora de Almassora donde previsiblemente se traten el 60% de las aguas 'negras' de Vila-real.
En pie el acuerdo con los regantes
El resto de aguas se desplazarán, a través de una nueva canalización por la avenida de Francia y la construcción de una estación de bombeo en las proximidades del ecoparque, que a la vez evitarán las inundaciones de la zona y del Barranquet, a la depuradora mancomunada que ubicada a las espaldas de Porcelanosa ya recibe las aguas de Onda, Burriana y Alqueríes.
Además, en el camino viejo de Burriana con el Quart Sedeny se eliminará el codo de la canalización con la expropiación de 14 terrenos que pagará la Epsar y se creará una canalización con el Barranquet como aliviadero de aguas.
El calendario pasa porque este mes de marzo se apruebe el proyecto de construcción, que con un coste de 2,7 millones de euros tendrá un plazo de ejecución de 7 meses, para que bien a finales de abril o mayo se pueda exponer al público con el objetivo de poder iniciar los trabajos en mayo de de 2016 para tenerlos finalizados a finales de ese año o bien a principios de 2017.
“Se nos informó que el dinero está con lo que podría estar listo bien a finales del 2016 o principios del siguiente. Además, me gustaría señalar que una vez esté elaborado todo el proyecto la Comunidad de Regantes podrá seguir utilizando este agua, como hasta ahora, para regar los campos”, ha señalado el edil.
