Noticias Castellón
sábado, 11 de mayo de 2024 | Última actualización: 11:41

Me niego a que nos roben la Navidad

Tiempo de Lectura: 2 minutos, 5 segundos

Noticias Relacionadas

Vicente Blay Casino Serra. Secretario General PP Almassora.

Mirad, no estará de moda pero me voy a declarar un nostálgico. Nostálgico de tiempos pasados en los que llegaba diciembre y nadie dudaba de lo que nos esperaba la vuelta de la esquina. Tiempos en los que todos (sin excepción) felicitábamos la Navidad y no las fiestas. Sí, la Navidad. Con toda la fe, la devoción, la magia y la ilusión que conlleva esa palabra tan rotunda.

Porque Navidad es que ocurra lo inesperado. Que aquello en lo que ya no creías brote de nuevo en ti. Que el niño se apodere del adulto. La sonrisa de tus preocupaciones. El abrazo sea en familia. Las horas se consuman alrededor de la mesa y los silencios solo lleguen con la boca llena. Que no contemos las horas y si cuentan, sean porque las pasamos con los nuestros. Que la mesa la presidan los abuelos (aquellos que aún tengan ese gran tesoro) y nadie falte. Que nos tengamos todos y no necesitemos más. Nada más que mirarnos, querernos y sentirnos llenos por tenernos.

Porque la Navidad es familia. Desde la primera y que da sentido a todo; con María, José y Jesús (se lo recuerdo para los que la obvian el significado de todo), hasta la nuestra. La de cada uno. La familia es Navidad y me niego a que nos roben ese concepto. Esto no son unas simples fiestas. No. Esto va de sonrisas y esperanzas compartidas. Y sí, también de anhelos y recuerdos por los que ya no están pero que nos llenan con su legado. Hasta de regalos y frustraciones por no encontrarlos y del sentimiento de culpa por ese polvorón de más que no nos tendríamos que haber comido.

Pero va de nosotros. Porque la Navidad es algo muy nuestro así que, por favor, no permitamos que nos la roben. No. Me niego a que conviertan estas fechas tan simbólicas en unas simples fiestas. Ni lo son, ni lo serán. Es el principio de todo. El principio de la vida. El principio del milagro y la prueba de que todo es posible... y, en especial, si estás en familia.

Así que yo, por lo menos, lucharé para que nadie, ni nunca, nos robe la verdadera Navidad. Por mi pero, sobre todo, por mi hija Vera y toda mi familia.

Así que, a todos, ¡FELIZ NAVIDAD!