La corporación calcula que el desvío del tráfico pesado podría suponer una pérdida de alrededor de tres millones de euros anuales en la economía local del área Cabanes-Torreblanca.
Mulet recuerda que se tendrá que emplear la CV-13, vial de reciente creación pero donde su diseño deficiente "ocasiona también problemas, en especial de camiones de gran tonelaje".
Los principales problemas se podrían producir en la N-340 en todo su recorrido y fundamentalmente las travesías de Benicarló y Vinaròs, y el tramo Castellón-Oropesa.